jueves, 3 de octubre de 2013

ARTÍCULOS / NOTICIAS

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Cuentapropistas: Contra ellos viejo método de “premio y castigo”
Miriam Celaya

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Días atrás, una razia combinada entre fuerzas de la policía (PNR) y del cuerpo de inspectores creado al calor de la “lucha anti-corrupción” declarada por el General-Presidente para acabar con las ilegalidades de los otros –que no con las propias–, realizó una batida contra los cuentapropistas que venden productos industriales, en particular los que, amparados bajo la licencia de “modistas o sastres”, comercian con confecciones importadas, fundamentalmente de Ecuador, México y Panamá.
El escudo oficial para estos operativos de purga está descrito en las regulaciones que establecen y limitan la actividad de esta licencia al arreglo y confección de ropas, con un “impuesto mínimo”, y se justifican porque “en nuestro país las personas naturales no pagan aranceles comerciales, por tanto no está permitida la venta de esas mercancías”. (Granma, jueves 26 de septiembre de 2013, pág. 3)
La prensa oficial tiene la delicadeza de llamar “ajustes encaminados al perfeccionamiento del trabajo por cuenta propia” a las medidas coercitivas que se aplican regularmente contra estos comerciantes –quienes han estado haciendo la competencia al Estado con marcado éxito debido a que ofrecen una mayor variedad y calidad en sus mercancías y también mejores precios–, lo que corrobora que en principio la apertura de las eufemísticamente llamadas “formas no estatales de empleo” no tienen el objetivo de mejorar la situación económica de la población ni de potenciar la generación de bienestar y riqueza para los cubanos, sino de aliviar al gobierno de la responsabilidad que asumió durante décadas como empleador único, la que ya no está en condiciones de sostener, así como aprovechar el beneficio de recaudar ingresos a partir de los impuestos.
Así, lejos de ampliar las posibilidades de los más emprendedores y procurar modificar lo establecido flexibilizando y enriqueciendo el espectro legal, una vez más el gobierno pone en práctica su vocación represiva, porque las llamadas reformas raulistas no están destinadas realmente a beneficiar la economía de los trabajadores cubanos sino a impedir el colapso del sistema. En consecuencia, para las autoridades lo más significativo del trabajo por cuenta propia no es tanto el monto de los ingresos derivados de los leoninos impuestos sobre el trabajo privado como la posibilidad de establecer un mecanismo de control sobre este tipo de actividad económica que permite a la vez el control político, justamente a través del viejo método de “premio y castigo”. Es por eso que el interés de la cúpula, al contrario de los gobiernos de sociedades libres y democráticas, no consiste en estimular la riqueza de su pueblo sino, por el contrario, en impedirla: un pueblo rico es, por principio,
un pueblo libre.

Y a la vez que los cubanos comunes son constreñidos al corsé castrista de la pobreza permanente, como si de una virtud ésta se tratara, el gobierno afina los instrumentos legales para garantizar para sí y a perpetuidad toda la riqueza. De hecho, el Granma (martes 24 de septiembre de 2013) anunció la publicación en la edición Extraordinaria No. 26 de la Gaceta Oficial, con fecha 23 de septiembre, el Decreto-Ley No. 313 “De la Zona Especial de Desarrollo Mariel”, del Consejo de Estado, así como su Reglamento (Decreto No. 316 del Consejo de Ministros) y las disposiciones jurídicas reglamentarias para la administración de la mencionada Zona, una especie de burbuja capitalista en el socialismo castrista para aquellos que sí tienen el derecho y el privilegio de enriquecerse: la casta, sus ungidos y sus aliados extranjeros.
Curiosamente, aunque las normativas del trabajo por cuenta propia han sido muy divulgadas y hasta “explicadas” a la población a través de los medios, no ocurre lo mismo con las disposiciones jurídicas en las cuestiones relacionadas con los intereses económicos gubernamentales. Hasta el momento se dificulta el acceso al mencionado Decreto-Ley No. 313 en la página web de la Gaceta Oficial, tampoco ésta ha sido vendida en los estanquillos, como si de una operación secreta se tratara.
Ya hay quienes comentan que posiblemente Mariel sea algo así como una nueva “Caimanera”, donde rigen otro sistema y otras relaciones económicas y a donde solo se podrá acceder mediante un pase especial. A ese tenor, acaso llegue el día en que los cubanos libres tengamos que reclamar a los Castro la devolución de Mariel.
Pero, definitivamente, no podemos decir que Cuba sea un país sin leyes. Leyes hay, y muchas, escritas tanto para el gobierno como para el resto de los cubanos. Solo que el gobierno, a través de sus servidores, es el único que las concibe, las redacta, las sanciona y las ejerce, y todas ellas se basan en el viejo truco de la “Ley del Embudo”, que se resume en un simple renglón: lo ancho para mí y lo estrecho para ti. No será necesario especificar a qué parte corresponde cada categoría.        



CDR  o la vida de los otros
Orlando Freire Santana
LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Si alguna de las organizaciones políticas o de masas que actúan en la sociedad cubana constituye una fiel medidora del estado de salud del castrismo, no dudamos de que tal condición deba reservárseles a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Durante la etapa de aparente esplendor de la revolución cubana, a los CDR se les exigía que cumplieran todas las tareas medibles para ser destacados. Debían acometer la guardia cederista--- que incluía, además de las rondas nocturnas, el chequeo de la vida de cada vecino---, el cobro de la cotización, las donaciones de sangre, el trabajo voluntario, y la recogida de materias primas, entre otras actividades.
Sin embargo, como parte del proceso previo al VIII Congreso de esta organización se constató una situación diametralmente distinta. Así lo reconoció el propio coordinador nacional de los CDR, Carlos Rafael Miranda--- ratificado en su cargo por la magna cita cederista---, en una de las Mesas Redondas de la televisión cubana. El funcionario declaró que, en estos tiempos, un comité que tuviese una parte de sus cargos cubiertos, que aplicara alguna que otra modalidad de guardia revolucionaria, y que además cumpliera con determinada tarea medible, ya podía aspirar a que lo consideraran destacado. De igual forma, admitió la existencia de muchas instancias de base--- cuadras y barrios--- donde los CDR apenas funcionan.
Semejante estado de cosas, en el que las propias estructuras superiores de la organización se conforman con que los comités trabajen a media máquina si lo comparamos a como lo hacían en los años 60, 70 y 80, es calificada por la propaganda oficialista como “adecuación del funcionamiento de los CDR a los nuevos tiempos que vive la sociedad cubana”. Claro, eso no es más que un eufemismo, o un simple consuelo de aquellos que no quieren--- o no pueden--- dar su brazo a torcer. Porque este pobre desempeño de los CDR es una consecuencia de la decadencia del sistema político imperante. Por tanto, el eslogan con que la maquinaria del poder pretendió contextualizar este VIII Congreso, bien pudo expresarse de la siguiente manera: “Lo que queda de los CDR en la fase de crisis general del castrismo”.
La noche de este 27 de septiembre, vísperas del 53 aniversario de la creación de los CDR, y contrario a lo que sucedía en los tiempos del esplendor cederista, la mayoría de las cuadras y barrios habaneros permanecieron en silencio, sin la acostumbrada caldosa, ni la reunión de vecinos en espera de la efeméride. En esta ocasión, como mismo ha sucedido en los últimos años, fueron nulos o muy escasos--- y también de poca calidad--- los recursos alimenticios que el Estado pudo ofrecerles a los comités para que celebraran la fecha. Una señora de La Habana Vieja, por ejemplo, nos comentó que no pudieron confeccionar la caldosa porque la cabeza de puerco que les asignaron estaba podrida.
Y en lo referido propiamente a las sesiones del VIII Congreso, ni en las comisiones, ni en la reunión plenaria, hubo acontecimientos que acapararan la atención de los observadores. Mucho se habló de la incorporación de jóvenes a las estructuras de dirección de los CDR, y también de atraer a esa masa juvenil a las tareas generales de la organización. Para ello fue creada la secretaría de Cultura, Deporte y Recreación. En el caso de mi cuadra, después de varios meses de creado ese cargo, todavía se espera por la realización de la primera actividad vinculada con esos perfiles.
Ah, y por supuesto, la presencia en el Congreso del gobernante Raúl Castro no podía ser desaprovechada para tratar el tema del enfrentamiento a la pérdida de valores y las indisciplinas sociales. Más de un delegado repitió la sentencia del General-Presidente, en el sentido de que hay que buscarse problemas en el combate contra tales anomalías. Confieso que eso de “buscarse problemas” siempre me ha parecido simpático. Claro, Raúl Castro puede buscarse muchos problemas porque cuenta con un cuerpo de guardaespaldas quizás mayor que el propio Ejército Occidental. Pero, ¡ay de aquel que se dedique a buscarse problemas, y no tenga quien lo proteja permanentemente de la reacción de la persona afectada!



Lo de Chávez tiene tela
René Gómez Manzano

LA HABANA, Cuba, octubre, www.cubanet.org -Este fin de semana hemos conocido un nuevo incidente tragicómico en la política venezolana. Según denunció con palabras furibundas el presidente actuante Nicolás Maduro en una reunión de sus parciales, un sector de lo que él llama “la oposición amarilla”, encabezado por Juan José Rendón, ha ideado una nueva fabulación.
Según las palabras del ex guagüero, el nuevo incidente, en el que se entremezclan lo fulleresco, lo cómico y lo grotesco, consiste en que, utilizando los servicios de un hábil imitador, se ha dado a conocer una grabación en la cual, supuestamente, el teniente coronel Hugo Chávez expresa que él no ha muerto, y que sólo se encuentra secuestrado por los mismos que dicen ser sus seguidores.
Esta especie de sainete rocambolesco se suma a los otros que a lo largo de los meses han caracterizado el mandato de Maduro. Por supuesto que este nuevo incidente no se acerca siquiera a la ridícula narración que hizo el entonces candidato a presidente en propiedad cuando afirmó haber sostenido un diálogo con un pajarito que era nada menos que el alma de Chávez. En esto, desde luego, nada tuvo que ver la oposición.
Asimismo se diferencia esta nueva situación de las últimas manifestaciones hechas por el actual inquilino del Palacio de Miraflores en su afán por agudizar el conflicto con el gobierno de Estados Unidos. Me refiero, ante todo, a su denuncia al gobierno de ese país por no haberle autorizado a sobrevolar Puerto Rico. (¿Para qué —se pregunta uno— hace falta pasar por la Isla del Encanto para viajar a Europa!).
También estoy aludiendo a las denuncias, hechas en lo que parecía ser una fábrica de automóviles, desde una mesa en la que aparecían pequeños modelos de esos vehículos, sobre supuestas amenazas (que no definió de manera concreta en qué consistían) contra su integridad personal. Esto —afirmó— le impedía viajar a Nueva York para participar en el debate en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Estas declaraciones tienen el evidente propósito de exacerbar el enfrentamiento con Washington, pero, a diferencia de lo que en su tiempo sucedió con Castro en Cuba, la contraparte norteamericana parece empeñada en hacer caso omiso de los desplantes de Maduro (al igual que sucedía antes con los de Chávez), pues el país del norte sigue siendo el principal socio comercial de Venezuela.
En ese contexto, la nueva gritería del ex guagüero ahora en Miraflores, se destaca por su carácter interno. Sus amargos reproches a la oposición y su descripción de Rendón como un “bandido de cuatro suelas” y un “mal nacido” se suman a otros muchos ataques hechos por él para tratar de desprestigiar a aquellos que se le enfrentan.
Por supuesto que no es mi propósito ponerme a defender a ultranza las ocurrencias de los autores de esta nueva maniobra contra el gobierno de Caracas. Lo que sí deseo destacar es que, en este caso, resulta oportuno recordar el sabio refrán: Aquellos polvos trajeron estos lodos.
Maduro podrá mostrarse muy indignado por esa nueva ofensiva proveniente de la oposición. Pero tenemos que recordar que la actuación desplegada durante los últimos meses de vida del anterior presidente por él mismo, por los restantes jerarcas chavistas y hasta por parientes del operado (como su hermano Adán, también involucrado en el actual affaire), dio pie para ideaciones como ésas.
A partir del momento en que se inició el último viaje de Hugo Chávez a La Habana, desde múltiples sectores alternativos de la sociedad venezolana se alzaron numerosas voces críticas. Los inconformes reclamaban mayor transparencia en el tratamiento de la situación. La demanda central era que se diese acceso directo al famoso paciente.
Maduro y sus paniaguados se negaron de manera terminante a hacerlo. Ellos mismos se auto erigieron en las únicas fuentes de información sobre el estado de salud de su jefe enfermo. Aseguraban que el teniente coronel impartía sus órdenes o firmaba decretos (como el del nombramiento de Elías Jaua en calidad de canciller), pero ellos mismos constituían la única garantía de la hipotética autenticidad de esas decisiones.
En ese contexto, ¿por qué se quejan ahora de la nueva ideación del señor Rendón! ¡Que se atengan a las consecuencias de sus propios actos! O para decirlo en un español más claro: ¡Que se jodan!



NOTICIAS

Militar viola protocolo establecido al atropellar a ciclista

LA HABANA, Cuba, 30 de septiembre de 2013, Yadira Rodríguez Bombino/ Red Cubana de Comunicadores Comunitarios/ www.cubanet.org.- En horas de la tarde del  27 de septiembre pasado, se produjo un accidente de tránsito en la calle San José y Belascoaín, Municipio Centro Habana, en la capital. En el suceso está involucrado un Mayor del Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR) que dobló desde Belascoaín hacia la derecha, entrando en la calle San José, sin disminuir la velocidad, lo que trajo como consecuencias que atropellara a un señor de la tercera edad que montaba bicicleta.
El auto del militar, marca Hyundai, con matrícula particular P041075, al impactar al civil, provocó un estruendo y los quejidos del atropellado. El oficial se bajó de su carro y los presentes ayudaron al accidentado a que saliera –prácticamente- de debajo del auto. Lo recostaron a las escaleras del edificio más cercano.
No se le dio traslado urgente a un hospital al señor. El militrar solo se preocupaba por los raspones que pudieron habérsele hecho a su automóvil, mientras la víctima se quejaba de dolor.
De igual forma, en ningún momento solicitó la intervención de las autoridades competentes  (PNR) Policía Nacional Revolucionaria, que son los que determinan la causa del accidente. Movió el vehículo del lugar, violando lo establecido.
Por su parte, un joven se presentó y llevó caminando al accidentado calle arriba. Se desconoce si le puedan quedar secuelas al accidentado.

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"Sólo la opresión debe temer al pleno ejercicio de las libertades"
José Martí

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