jueves, 16 de mayo de 2013

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Raulismo de mercado
Camilo Ernesto Olivera 

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Todo parece indicar que el sector cultural está en la mirilla de los Ukases del reformismo raulista. Para el próximo verano, específicamente a partir del mes de julio, otra ola de cesantías sacudirá a la mayor parte de las empresas de contratación artística. 
Durante el año pasado, un primer paso en este sentido dio como resultado miles de despidos en casi todas las entidades supeditadas al Ministerio de Cultura. En la década pasada, a la sombra de la denominada "Batalla de Ideas", el sector cultural recibió un fuerte espaldarazo. Como ha sido habitual durante las últimas cinco décadas, este impulso estuvo bendecido por una frase voluntarista de Fidel Castro. Según él, Cuba estaría destinada a convertirse en el país más culto del planeta. 
Por ello, era preciso crear las condiciones necesarias para que todo el pueblo alcanzara una cultura general integral. Hoy, a casi diez años de aquella risible consigna, el paisaje es desolador. La mayor parte de las instituciones culturales están deterioradas o se encuentran en crisis total. El pueblo cubano está cada vez más embrutecido, desinformado y deformado a nivel educacional y cultural. 
En estas circunstancias, el gobierno no está interesado en buscar soluciones que democraticen el acceso a la información. Lejos de  propiciar que el arte y la cultura puedan estar al alcance de todos, el raulismo de mercado está aplicando una terapia de choque típicamente neoliberal. 
Bajo las aguas negras de este tsunami, están en riesgo de caer los artistas o las entidades que no cumplan con determinados parámetros de rentabilidad. Por solo poner un ejemplo, en el área de la música corren serio peligro dos géneros que nunca han gozado del beneplácito oficial, el rap y el rock. Los cultores de  ambos géneros lograron, a la vera de la década pasada, la concesión de que se crearan empresas de representación artística especializadas. Las empresas garantizarían un marco legal para el desempeño profesional de estos artistas. 
Vale aclarar que para que un músico pueda acceder en Cuba al pago por sus actuaciones, tiene que pertenecer a una empresa de contratación estatal. El rap y el rock han demostrado calidad artística suficiente y tienen poder de convocatoria.  Sin embargo, el acceso a los medios de difusión y los canales de comercialización resulta difícil para ambas empresas. 
Tanto los medios como los canales mencionados, están dominados por una casta que ha sido beneficiaria de la política ideológica del partido único, el tráfico de influencias y el histórico dominio de la música popular bailable. Además, la radio y la televisión, bajo férreo control ideológico, parecen condenadas a permanecer de espaldas a lo que realmente ocurre en la nación.  
Mientras tanto, los canales autónomos de legitimación del arte toman cada vez más protagonismo. Varias galerías independientes están abiertas a obras cuestionadoras de la realidad, cuya ruptura con el discurso ideológico del poder es evidente. La mayor parte de las nuevas propuestas de índole musical, en sus diversos géneros, se graba y distribuye al margen de las disqueras oficiales. Sin embargo, la dictadura aparenta tolerar pero no acepta esta situación. Sus órganos de inteligencia monitorean y acechan constantemente los proyectos cívicos y socioculturales como Estado de SATS y OMNI. 
Cuando una dictadura pierde sus espacios de influencia ideológica, recurre a la coacción como método de contención. En las complejas circunstancias que se avecinan, cabe esperar un nuevo periodo de oscuridad en la cultura cubana. Las fórmulas de exclusión se basarán en justificaciones de índole económica. Estas serán un perfecto marco legitimador de nuevas variantes de represión que, como recurrentes nubes grises, gravitan sobre la cultura en Cuba.              





Tercera presentación de la revista alternativa P350

Ernesto Santana
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -El pasado 9 de mayo se hizo una presentación de la revista P350, en la vieja casa de El Vedado donde funciona el proyecto independiente Cristo Salvador Galería, que coordinan Otari Oliva y Jazmín Valdés, y que tiene ya en su haber un trabajo artístico notable, aunque modesto por la esencia misma de su concepción.
P350 resulta difícil de definir en todo sentido. Puede llamársele revista por cuenta propia, revista alternativa, revista collage, pero incluso puede no llamársele siquiera revista. Cada número es un ejemplar único que no se distribuye, y eso significa que el alcance a un gran número de lectores no entra en el concepto de sus realizadores. Además, el papel utilizado es el de cartuchos de cemento Portland P350, y de ahí el nombre. Lo fundamental es que, sobre ese humilde material, puede fraguar la creación abierta en todas direcciones, sin distinción de credo artístico.
En el impreso para la presentación podemos leer: “P350 es un soporte físico, una revista o block creativo con colaboraciones abiertas, un trabajo en progreso. La variedad de números que conforman ya la colección deja ver la diversidad de intereses y la creatividad de las personas que colaboran con este proyecto. Los números no se venden, circulan de mano en mano y los modos de realización son disímiles: esténcil, poesía visual, caligrafía, collage, garabatos…, lo que la convierte en un objeto atractivo en sí mismo. Puedes encontrar en sus páginas desde un poema de Artaud hasta un ticket de ómnibus. Es una publicación con cierta propensión al collage y al corto circuito”.
Aunque son muchos los colaboradores —escritores, actores, bailarines, artistas plásticos, críticos de arte—,  los tres principales gestores del proyecto son el artista plástico Yornel Martínez, el poeta y traductor Omar Pérez y el ilustrador y escritor Amílkar Feria. Según este último, “a veces uno quiere decir y hacer cosas para las que no existe un espacio preciso; cosas de todos los días, extrañas, fugaces, que casi siempre terminan por perderse en los registros de la memoria. Sobre un envoltorio de material para la construcción (cemento), estas ideas comienzan a «fraguar», terminando por ser «edificantes»”.
Yornel Martínez, el más joven de los tres, graduado del Instituto Superior de Arte en 2007, nos cuenta cómo “la idea de este proyecto surgió con Omar Pérez, conversando sobre el tema de las publicaciones, y comenzamos espontáneamente a limpiar los sacos de cemento que la gente bota. Les cortábamos el fondo y ya teníamos un soporte idóneo sobre el que se podía trabajar, seis páginas de un papel con tremenda calidad”. Y puntualiza:
“Ese soporte es lo más importante, por la homogeneidad que le da a todos los números, pero cada uno con un criterio de ejemplar único. Es un trabajo que se queda quizás a medio camino entre una revista, una publicación seriada y un libro de artista. El término revista es un poco pretencioso, porque cualquiera piensa en la serialidad. Esto es un objeto más crudo, un block creativo, una publicación alternativa manufacturada. Estamos enfocados en sostener una colección. Ya tenemos casi sesenta números”.
Debe aclararse que se trata de un grupo de gente que colabora de manera natural y abierta, sin consejo editorial ni director. “P350 es básicamente un soporte que nosotros utilizamos para un block creativo”, dice Yornel, “aunque le llamamos revista. Hay total libertad para editar, cortar, pegar, poner, quitar o borrar. Cada cual puede hacer su propia revista”.
Esta presentación en el espacio de Cristo Salvador Galería es la tercera de P350 y siempre se intenta hallar un sitio que responda a la idea con que está concebida la revista. La primera fue en la sede del grupo de teatro El ciervo encantado, en agosto de 2010, donde ofrecieron un recital de poesía Omar Pérez, Luis Eligio e Ítalo Expósito, y los actores del grupo de teatro realizaron un performance, además de que se mostraron algunos números de revistas que en algún momento fueron censuradas o dejaron de publicarse por falta de recursos o por cualquier otra razón. La segunda presentación se hizo en el Museo de Arte Contemporáneo de Pinar del Río, junto con una exposición plástica, en abril del 2011.
Pero Yornel insiste en que se trata de una revista de poesía: poesía entendida como esa fuerza primaria y sutil inherente a todo acto creativo. No una revista de poesía cubana, ni de un grupo determinado de poetas. No hay orientación ideológica a priori, no se da primacía a credo alguno, a una estética o ética específicas, como tampoco se intenta sentar algún manifiesto.
“A veces me cansa la falta de inmediatez que hay en las publicaciones nacionales”, dice Yornel Martínez. “Creo que una revista debe ser una cosa más fresca, donde la noticia esté actualizada. Las revistas aquí salen a veces con tres meses de atraso, completamente desfasadas de lo que está sucediendo y esto se siente. Por otro lado, creo que, si una revista debe hacer algo, es mantener frescura en la visualidad, en el diseño. La mayoría de las publicaciones nacionales cada vez son más encartonadas y no creo que sea por falta de creatividad de los diseñadores. A veces están abarrotadas de textos o son picotillos de información o hay artículos muy dispares. Muy pocas revistas en Cuba han logrado un perfil visual, estético, como Orígenes, Naranja Dulce y otras pocas”.
Hojeando el disperso montón de números de P350 —manufacturado cada uno por un pintor, un escritor, un grafitero o hasta un blogger— uno puede encontrar lo mismo un poema inédito de un joven poeta, un anuncio de clases de yoga, un texto de ficción, la letra del año, un testimonio personal, una entrevista a Lezama recortada de alguna publicación o un fragmento de una vieja revista desaparecida. De hecho, Yornel se dedica a coleccionar números de revistas como Albur, El antidiestro, Enema o Naranja dulce, que, como él dice, “por algún motivo «se fueron del parque»”. Debido a eso, asegura, “P350 es también un homenaje a esas revistas, como Diáspora(s). Muchas veces quisieras tropezar con publicaciones que te muevan el piso, cosas difíciles de clasificar y que molesten también, con las que puedas estar en desacuerdo”.
P350 es también, en palabras de este artista y activista cultural, de alguna manera, una revista “que hace un «pase de revista» de lo que hay, donde cada persona es responsable de lo que pone en su número; una publicación con un criterio puramente horizontal, sin una jerarquización de lo que aparece. P350 nace de una carencia, de un vacío y, mientras haya cartuchos de cemento para construir, vamos a seguir construyendo y echando adelante este proyecto”.




Crueldad en cárcel de Guantánamo 
León Padrón Azcuy 

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -El régimen cubano, en su feroz lucha contra la oposición democrática, ha inventado  un sinnúmero de figuras “delictivas” con el objetivo de poder encarcelar a quienes manifiestan sus desacuerdos. Es así como tergiversa y demoniza las razones por las que luchan los defensores de la verdadera libertad.
La peligrosidad social, el atentado y la resistencia al arresto, la propaganda enemiga, el desacato a la figura del comandante en jefe y muchas otras que se les ocurran, son pretextos amparados por leyes.    
Bajo este oscuro laberinto cayó el joven Alexis Romero Orduñez, según narra en una carta que recientemente me hicieron llegar, donde denuncia, desde la Prisión de Máxima Seguridad Combinado de Guantánamo, las terribles condiciones que ha debido soportar, a partir de su detención y enjuiciamiento, en el mes de agosto de 2012, cuando lo condenaron a cumplir diez años de encierro.  
En una parte de la carta se puede leer: “Jamás cometí el delito que me imputan, soy inocente y estoy encarcelado por defender los derechos humanos en mi país y por ser miembro de un partido político opositor, en el oriente cubano”. 
En la misiva, dirigida a Nuria de la Caridad del Risco, Secretaria Ejecutiva de la Red de Bibliotecas Cívicas y Directora de la Biblioteca A. Solzhenitsyn, ubicada al oeste de la capital, el reo escribe que pudo saber de ella y de su dirección gracias a un artículo publicado en la Revista Misceláneas de Cuba, que da cuenta del trabajo de los bibliotecarios. Después de felicitarla por su lucha, pide encarecidamente a Nuria que haga pública su terrible situación, a través de algún periodista independiente, y que, si es posible, reenvié su carta al Secretario General de las Naciones Unidas. 
Romero Orduñez, residente en la calle Prado No. 210 (Altos), entre Moncada y Agramonte, Guantánamo, describe cómo fue detenido, el 7 de agosto del año pasado, cuando la policía allanó su vivienda, sin causa, sin fundamento y sin pruebas reales. Ese día lo condujeron a la unidad de Operaciones Policiales (carretera El Salvador) y lo torturaron, física y sicológicamente, manteniéndolo durante más de una semana sin ropa y esposado de pies y manos, en un calabozo oscuro, maloliente y sin agua.
Tras este hecho, ignominioso y cruel, el prisionero fue presentado, el día 14 de agosto, ante el tribunal provincial de Guantánamo, bajo supuestas acusaciones de proxenetismo, “toda una farsa montada”, declara en su carta. Posteriormente, fue trasladado para la prisión Combinado de Guantánamo, a la que se refiere como un verdadero infierno, opinión que coincide con las de tres reconocidos opositores, prisioneros políticos cubanos, que pasaron por esta prisión. Me refiero a Oscar Espinosa Chepe, Néstor Rodríguez Lovaina y Randy Cabrera Mayor.
Finalmente, el prisionero Romero Orduñez afirma que nada le podrá hacer cambiar sus ideales. Ni aun en las condiciones infrahumanas en que lo mantienen, con padecimiento de varias enfermedades incompatibles con el régimen penitenciario, a pesar de lo cual le niegan la asistencia médica especializada. Una flagrante violación de lo establecido para el cumplimiento de las reglas mínimas de trato a los prisioneros. 
Leonpadron10@gmail.com



Calmantes en lugar de la cura
Moisés Leonardo Rodríguez

LA HABANA, Cuba. mayo, www.cubanet.org - La vía más socorrida para aliviar el peso de la atmosfera represiva y la pobreza generalizada es la salida del país, sea en forma permanente o temporal. Bodas por conveniencia, visitas a familiares radicados en el exterior -que se aprovechan para trabajar por la izquierda y regresar con unas monedas más-, contratos de trabajo en el exterior, salidas furtivas hacia terceros países y misiones gubernamentales son algunas de las variantes de alivio.
Muchos de los que no desean o no encuentran la forma de salir del país para mejorar sus vidas, lo intentan robando en centros de trabajo para suministrar a la bolsa negra, o acaparando mercancías de tiendas estatales para revenderlas a precios mayores, y así obtener ingresos extra que llegan a ser notables en algunos casos. 
Ocupar puestos de dirección administrativa o política es otro de los caminos para beneficiarse con las prebendas, los frutos de la corrupción y los beneficios de las relaciones impuras entre los miembros de las esferas de poder.
Ingresar a las Fuerzas Armadas o el Ministerio del Interior también es un camino que garantiza la satisfacción de necesidades básicas, y hasta prebendas crecientes, según se ascienda en la cadena de mando. Alimentación, vivienda, vestido y artículos domésticos a precios mucho más bajos que a la población, son algunos de los beneficios que gozan los miembros de estas instituciones militares.
Algunos de los que ejercen oficios como la prostitución, la chapistería, la plomería y la albañilería, o los propietarios de tierras y vehículos privados, logran ingresos que les permiten niveles de vida superiores a la media nacional.
La casi totalidad de los que se incluyen en estos grupos se conforman con el calmante que brindan sus ingresos, en medio de la pobreza generalizada y de la relativa tranquilidad que disfrutan los que no se involucran en acciones cívicas a favor de los cambios que la mayoría desea.
Este es el resultado del diseño estratégico que incluye el uso desmedido de la fuerza en algunos casos para infundir temor en la mayoría, y la permisividad de lo ilegal para quienes no se metan con el poder. Combinando de forma simbiótica la necesidad de la gente de escapar de la pobreza con la de no desafiar al régimen, éste consigue mantener neutralizados a los que demandan cambios de forma pacífica. 
Tratar un tumor con aspirinas, procurar calmantes en lugar de la cura, ha dado larga vida a la enfermedad social del castrismo, y por el momento no aparece en el horizonte una medicina radical para curarla.
corrientemartiana2004@gmail.com 



Del palacete al llega y pon 
Polina Martínez Shvietsova 

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -Al  caminar por las calles de La Habana, o por cualquier centro urbano del país, salta a la vista la gran diversidad de edificaciones, así como sus varios estilos, que son reflejo de épocas arquitectónicas más gloriosas. Sin embargo, con el paso del tiempo, hemos llegado a la era del "llega y pon" como un símbolo de innovación dentro de la marginalidad cubana. 
La posición geográfica de la Isla influenció decisivamente en el carácter del cubano y en sus respuestas a la arquitectura y el urbanismo. En 1841, La Habana, por el aumento de la población, dividió su zona de extramuros en seis barrios. Las casas palaciegas fueron subdivididas y dedicadas para alquiler. Así es como estas mansiones abandonadas por la aristocracia se convirtieron en las primeras ciudadelas.
En el año 1906, nace El Vedado, y también se funda la escuela de arquitectura cubana. En este período las casas se construyen alejadas de las calles, y entre ellas hay rejas y muros perimetrales, que encierran tanto el jardín como toda la casa. De igual modo, esta época se desarrollan las avenidas, el parterre, los palacetes y los chalets.
Otra de las influencias de la arquitectura pre- revolucionaria fue la llegada del Art-decó, que entró a Cuba en 1923, y se desarrolló hasta los años 40. Proveniente de los Estados Unidos, este movimiento preparó el camino para la entrada del ideal moderno en Cuba, respondiendo a los valores éticos, estéticos y funcionales del racionalismo. Se pretendía hacer un triángulo turístico entre Miami, Las Vegas y Habana. 
Eran tiempos de crecimiento social y urbanístico, donde aparecieron los penthouse, la propiedad horizontal, los apartamentos dúplex, los hoteles y casinos, siempre guardando como principio supremo la funcionalidad del espacio y la racionalidad constructiva.
Con la llegada del régimen castrista, las construcciones del primer período (1959-1969) están caracterizadas por la simplicidad formal y constructiva. Sin embargo, la fuerte influencia soviética trae su obsesión por la simetría y el ahorro del espacio. Se abre paso a la era de la prefabricación. De1969 a 1979, el prefabricado abarca la generalidad de los proyectos arquitectónicos, hoteles, escuelas, hospitales y las viviendas. Su característica principal es que prima la ausencia del arte por extremas medidas ahorrativas. 
Entre los años 1979 y 1989, se cuida la inserción armoniosa en el entorno y el respeto al patrimonio arquitectónico y urbanístico. Los códigos del modernismo funcional y el postmodernismo resurgen en Cuba. Pero con la caída del comunismo en Europa del Este llegó el denominado boom turístico de los 90. La construcción de modernos hoteles se realiza bajo influencia de la arquitectura occidental contemporánea, con imponentes edificios de acero y vidrio…
En la actualidad, La Habana y demás capitales de provincias cubanas están colmadas de asentamientos ilegales, que son conocidos como "llega y pon". En estos sitios no existen servicios elementales, como el agua corriente o la electricidad, no hay ningún tipo de infraestructuras. Tales asentamientos son una  confusión de casuchas precarias e insalubres. Así viven, hacinadas, cientos de miles de familias. 
En tanto, cada día se hacen más visibles los derrumbes, las ruinas y las demoliciones. Al decir del maestro arquitecto Mario Coyula, La Habana seguirá  siendo una "ciudad distópica: autopsia de una utopía".
En definitiva, todo parece indicar que la historia tampoco podrá absolver al castrismo de este desastre en el sector inmobiliario, cuya herencia sufrirán varias de nuestras futuras generaciones.



Activistas independientes usan emisora oficial para anunciar marcha contra la homofobia

LA HABANA, Cuba, 14 de mayo de 2013, Leannes Imbert/ www.cubanet.org.- El activista independiente Javier Martínez, uno de los líderes del proyecto LGBTA (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transgéneros y aliados heterosexuales) de Holguín realizó una llamada al programa “La cita del saber” de la emisora provincial Radio Angulo, que dedicaba su emisión del día 11 (sábado pasado) al Día de las Madres, para, primero, saludar y felicitar a todas las madres cubanas y luego, invitar a todos los oyentes a participar en la Marcha Contra la Homofobia que el próximo 17 de Mayo protagonizarán el Observatorio Cubano de los Derechos LGBT y el proyecto LGBTA en Holguín.
Martínez, en un acto poco común, alcanzó a decir antes de que interrumpieran la comunicación:
“Deseo felicitar a todas las madres valerosas de nuestra patria y aprovechar la ocasión para invitar a la comunidad gay de Holguín y a todos los que nos escuchan, a participar el próximo 17 de mayo en la Marcha contra la Homofobia que protagonizarán activistas LGBT no oficialistas, y que tendrá lugar a lo largo de la Calle Real, aquí en Pueblo Nuevo”.
En Cuba, todas las emisoras radiales y el resto de los medios informativos están monopolizados por el gobierno, por lo que no sería desacertado imaginar que, tanto el activista Javier Martínez, como el locutor que estaba a cargo del programa, puedan recibir alguna represalia por parte del gobierno.



¿En qué rincón de la historia olvidamos la felicidad?  

LA HABANA, Cuba, 14 de mayo de 2013, Lilianne Ruiz/ www.cubanet.org.- Una guagua en La Habana es un horno grasiento, oloroso a sudor, que se quisiera evitar. Especialmente en el mes de mayo, a las 4 de la tarde. Si se consigue un asiento y se sale un poco de la aglomeración, parece el toque de la fortuna. Pero los cubanos hemos olvidado muchas cosas importantes en medio de tantos discursos.
Las guaguas tienen unos asientos amarillos que son los que la gente llama “de embarazadas, y de niños”. Son seis asientos, nada más; incluso, en algunas rutas hay solo tres. El dibujo encima de dichos asientos no indica que sean para los ancianos y por eso es posible ver a las abuelas de pie, esperando por la conciencia que en muchas ocasiones tarda demasiado.
Una mujer que ha logrado subir a la guagua con un niño de unos siete años y uniforme escolar, después de atravesar el pasillo, se coloca delante de una señora de unos 50, que lleva un cake cubierto de merengue rosado. Está sentada  en el asiento de los niños. La madre dice que ella le llevará el cake, pero que permita que el niño se siente porque hay mucho calor y está muy cansado. Pero la señora responde  que es un niño mayor y que no tiene derecho a ocupar el asiento.
Los ojos de la madre se encienden de ira. Tratemos de imaginar a qué hora se ha levantado para ir a trabajar y llevar el niño a la escuela, cómo se arregla con un salario ínfimo para procurar la comida de la familia, las meriendas escolares, los zapatos; en qué momento le falló el miedo y se atrevió a decir:
- Ese que usted dice ser el tamaño del derecho de mi hijo, es el tamaño de la humanidad de usted. Eso es lo que ha hecho el comunismo con este pueblo: le ha hecho olvidar los porqués más importantes de la vida.
La señora sentada prorrumpió amenazas: que si “cuidado con lo que dice porque usted tiene un niño que criar y le pueden hacer pagar por sus palabras”.
Esas amenazas están inscriptas en la tradición revolucionaria.  Lo que no puede hacer nadie es convencer a una parte significativa del pueblo de las “intenciones humanitarias” del régimen, donde  la libertad (¡la libertad para disentir!) no es reconocida como el valor más importante de la persona.
La falta de costumbre de libertad ha dado lugar a la falta de conciencia en la responsabilidad individual.
En un artículo de Carlos Alberto Montaner, a propósito de la violencia perpetrada en la Asamblea Nacional de Venezuela contra once diputados de la Unidad Democrática, se lee: “Esa es lógica del castrismo en su más pura esencia: al enemigo se le intimida, golpea o encarcela hasta que obedezca. Y si resiste tercamente siempre es posible fusilarlo como una forma de escarmiento colectivo”.
Nuestra historia está llena de ejemplos, que probablemente la joven madre no haya tomado en cuenta para decir sus palabras. Que el comunismo deshumaniza y es incompatible con la Carta Internacional de Derechos Humanos, son consideraciones posteriores: una madre puede, en 20 segundos, desbaratar el discurso oficial cubano.
Además de darle la razón -acerca del olvido que ha cultivado este sistema-, me sigo preguntando en qué rincón de la historia los cubanos hemos olvidado también la felicidad.




Vuelve el glamour a La Habana en ruinas: solo para ellos

El diario mexicano Milenio publica un reportaje titulado  Vuelve el glamour a La Habana según el cual la capital cubana busca hoy ser más cosmopolita, impulsada por una minoría empresarial que visita boutiques y dicotecas, consume iPhones y autos de lujo y juega golf.
Un enorme grupo de militares bien formados en administración de empresas encabeza ese nuevo esplendor. Sus signos visibles son autos de lujo como los Audi, Mercedes Benz y hasta Hummer, así como casas coloniales convertidas en cafés de moda, glamorosos hoteles de cinco estrellas, exclusivas boutiques que venden marcas como Adidas, Chanel, Cartier y Ray Ban, y las ofertas gastronómicas más exquisitas, desde cocina mediterránea a platos de tortuga y ciervo.
La enviada de Milenio, Sandra Weiss, apunta que lo más sorprendente es que cada vez haya más cubanos que se pueden permitir esos lujos. Pero explica por otro lado que en un glamoroso café-boutique, frente a la Iglesia del Santo Angel  un café cuesta dos CUC y la camiseta más barata empieza en 45 CUC, más del doble del salario medio mensual de un empleado estatal cubano.
La reportera está convencida de que cuando terminen su remodelación, el centro colonial de La Habana superará en belleza a Cartagena de Indias. El reportaje no entra en detalles sobre el resto de la ciudad.
Observa Weiss que a pesar de la retórica igualitaria, siempre han existido los privilegiados en la isla, entre ellos Antonio Castro, el hijo de Fidel Castro. Lo describe como “guapo, con aires de playboy, aficionado a los cigarros de tabaco fino, al vino blanco de marcas inalcanzables para muchos, y recién ganador de un concurso de golf".
“Hoy por primera vez, los privilegiados criollos encuentran cómo gastar su plata en Cuba”, afirma la autora, y dice que todos participan en ese frenesí del dinero, desde los nuevos empresarios hasta los empleados estatales. La corrupción es rampante y consiste en robar al Estado todo lo que pueda venderse por fuera. Para los jóvenes, la única aspiración es obtener dinero para participar en esa movida.
El sociólogo cubano-dominicano Haroldo Dilla, consultado por Weiss, opinó que el objetivo de Castro y los militares es crear una burguesía nacional, permitir la acumulación de riqueza y el crecimiento de la desigualdad bajo un régimen político autoritario, unipartidista y con el control de la información.