jueves, 12 de septiembre de 2013

ARTÍCULOS / NOTICIAS / OPINIÓN

ARTÍCULOS / NOTICIAS / OPINIÓN

Identifican a secuestradores de la policía política
León Padrón Azcuy

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Recientemente, el bloguero y periodista independiente Joisy García Martínez escribió a través del teléfono para su cuenta en Twiter, @criolloliberal: “Raúl Castro ratifica los secuestros en Cuba  no los Pactos”. El hecho se relacionaba con la intensa represión de la policía política sobre unos 30 activistas de derechos humanos, que el primer domingo de septiembre fueron a brindar su apoyo a las Damas de Blanco, durante la misa y su tradicional marcha por la 5ta Avenida de la capital cubana.

Declaraciones del propio Joisy, así como del periodista independiente Rubén Carthy y del ex prisionero del Grupo de los 75, Eduardo Díaz Fleites, testigos del hecho, comentan que ese día, al terminar la conferencia de prensa con las Damas de Blanco, ellos y otros seis activistas fueron arrestados  por la policía política, cuando se encontraban en la parada de ómnibus de 3ra y 20, en la barriada de Miramar. Sorpresivamente, se vieron rodeados por un nutrido grupo de militares, casi todos vestidos de civil,  y apoyados por una caravana de varios autos Lada, motos Suzuki, dos patrulleros de la policía, y un ómnibus de 8 plazas, destinado a servir de calabozo durante el secuestro.

Varias fuentes señalaron que, posteriormente, todo el escuadrón represivo, bajo el mando del oficial conocido como Camilo, persiguió la ruta del ómnibus P1, donde viajaban varias Damas de Blanco y otros disidentes. A todos los fueron arrestando cuando se bajaban, en diferentes paradas. Las mujeres de Blanco y otros pasajeros que también viajaban en el ómnibus presenciaron cómo los agentes introducían violentamente a los opositores en los vehículos.

Durante todo el trayecto, que tuvo su destino en una zona intricada más allá del Cotorro, lejos del centro de La Habana, se puso de manifiesto la crueldad de los agentes castristas. Uno de los militares que participaba en el operativo, pegó un bofetón en plena cara al joven Adrián Chirino García, miembro de la Comisión de Atención a Presos Políticos y Familiares (CAPPF), quien pedía  desesperadamente que abrieran la ventanilla, ya que le faltaba el aire. Este policía fue identificado por como portador de la chapilla No 2228. También se pudo conocer la identidad de la chapa del auto Lada que conducía el oficial Camilo, HH122. Además, el número de uno de los patrulleros, 529, y la chapilla del conductor, 00884.

Este hecho, que no es aislado, constituye otra página negra de la historial del régimen en temas de derechos humanos. Y ratifica, además, que durante la presidencia de Raúl Castro se mantiene la modalidad de secuestros, que si bien no es nueva en la Isla, ya que en el pasado muchos integrantes de la oposición democrática lo sufrieron, está siendo reactivada como una de las principales formas represivas del presente.

Leonpadron10@gmail.com



Vivir en un albergue parece ser algo normal
Odelín Alfonso

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -Desde hace diez años, el tema de la vivienda encabeza la problemática social cubana. El Estado, imposibilitado de cubrir la demanda a mediano y largo plazo, apuesta por donar sus posesiones abandonadas e insalvables. Familias de damnificados, apelando a sus magros recursos y con esfuerzos propios, se subdividen en almacenes, fábricas, escuelas, oficinas y hasta en cuarteles de la policía abandonados.

Oficinas de una antigua fábrica abandonada por peligro de derrumbe, ubicada en la carretera del Cuervo, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo, fueron entregadas con carácter provisional a tres familias de damnificados. En los almacenes de la desmantelada fábrica de conserva La Ideal, en el capitalino municipio San Miguel del Padrón, otras familias se acotejan a como dé lugar. La estación de ferrocarril San Francisco de Paula, en el mismo municipio, sirve de cobija “temporal” a tres familias desde finales de los 90.

Con menor cuantía, estos espacios donados por el Estado existían antes de 2006, año en que Fidel Castro delegaba sus poderes por razones de salud. Ya desde 1996, parte de la escuela Internacional de Deportes y Cultura Física (EIFD), del municipio habanero de Cotorro, fue habilitada para que decenas de familias damnificadas pernoctaran provisionalmente. Estas familias y sus descendientes aún viven en la EIDF.

Comunidades de tránsito como Gambute, Mantilla, El Comodoro y Martín Pérez, todas en la capital, superan los quince años de habilitadas.
 
Según el vicepresidente destronado Carlos Lage, el 2006 cerró con 111 mil 373 viviendas fabricadas, 78 mil 833 más de lo que se construyó en 2011 (32 mil 540). Datos ofrecidos por el Instituto Nacional de la Vivienda, reflejan que en Cuba se deben construir entre 60 y 70 mil viviendas. Sin embargo, se fabrican por la vía estatal unas 16 mil, y entre 8 y 10 mil por esfuerzos propios. El Estado insiste en que su prioridad es “resolver a los albergados por derrumbes”.

¿Acaso La Habana, receptora de más de 20 mil nuevos inquilinos cada año, sobre todo del interior del país, registra en el plan anual de construcción de viviendas los espacios y “comunidades de tránsito” que anualmente entrega a damnificados y casos sociales? Considerando un fondo habitacional de más de 3 millones de viviendas en todo el país, el 61% está en buenas condiciones, y el resto regular o mala, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). Se augura que la demanda anual duplique los planes de construcción y reparación de viviendas.

Oris Silvia Fernández, presidenta del Instituto Nacional de la Vivienda, entrevistada para el nuevo espacio de telenoticias Cuba Dice, argumentó: “Nosotros tenemos una situación bien complicada en la capital del país porque tenemos 5 mil 471 familias albergadas, y tenemos que decir que existen otros núcleos familiares que viven en edificios críticos con situaciones estructurales bien complicadas en la capital, y estamos hablando de una necesidad total de 28 mil viviendas.”

Según la ONE, la capital cubana cuenta con más de 6 mil ciudadelas, cuarterías y viejas casas subdivididas, además de 46 asentamientos –entre ellos las comunidades de tránsito- en la periferia, donde habitan unas 18 mil personas. Todas ellas, y las nuevas generaciones que le suceden, han esperado por más de veinte años una vivienda digna. Sin embargo, ¿estadísticamente son casos resueltos para el gobierno?

En medio de la interminable lista de damnificados, la entrega de terrenos por parte del Estado no parece estar sobre el tapete. Amén del decreto ley 217 (1997), el cual regula el flujo migratorio hacia la capital, el ingreso de emigrantes orientales incrementa la necesidad total de viviendas en la capital.

Por causa de los huracanes y tormentas tropicales, en los últimos 10 años se han afectado más de 1 millón de viviendas. Con el huracán Sandy, que afectó el oriente cubano, en octubre de 2012, las provincias más afectadas, Holguín, Santiago de Cuba y Guantánamo, arrojaron un total de 22 mil 396 derrumbes totales de viviendas. Al cierre del primer semestre, quedaban pendientes 20 mil 710. De ciclones anteriores, me refiero al Gustav, Ike y Paloma, según Silvia Fernández, “quedan pendiente 40 mil por derrumbes total.”

La oriental provincia de Santiago de Cuba tiene un fondo habitacional de 329 mil 191 viviendas, el 40% regular o en mal estado. De este fondo, el huracán Sandy afectó 171 mil hogares, y solo el 44% de los damnificados han resuelto su situación.

Ante la escasa producción de materiales y un programa gubernamental de construcción de vivienda que no supera las 20 mil anuales, las soluciones temporales parecen imponerse. Está por definir si éstas llegaron para quedarse.

odelinalfonso@yahoo.com




Fidel Castro, una caricatura de Alejandro Magno

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -No hay otro personaje político de la historia que haya inspirado tanta pasión en Fidel Castro como Alejandro Magno. José Martí,  Carlos Marx, Lenin, Stalin o Napoleón no llegaron a su corazón como el Gran Emperador de Macedonia, nacido en el 356 Antes de Cristo.

En numerosas entrevistas concedidas a periodistas extranjeros, Castro ha expresado su admiración por el conquistador macedonio. Y en el 2000, pese a que el Ministerio de Educación no disponía de papel para imprimir los libros de texto escolares, mandó a imprimir la obra novelada de Valerio Massimo Manfredi, sobre la vida de Alejandro Magno, tres tomos voluminosos y cansones, cuya presentación destaca que se trata de ¨una circulación limitada al territorio de Cuba¨.

Los hijos varones de Fidel se nombran Alexander, Alexis, Alex. En 1955, llamó a su organización terrorista ¨26 de Julio¨, fecha del nacimiento de Alejandro Magno. A la edad de 17 años, quiso llevar el nombre de este cruel emperador, y sus padres lo complacieron con una nueva inscripción de nacimiento, efectuada en Birán, el 11 de diciembre de 1943.

Cuenta la historia que el invasor macedónico, en su afán expansionista, condujo a su ejército a lo largo de 35 mil kilómetros. Así conquistó el noventa por ciento del mundo entonces conocido. Cuando Alejandro sitiaba una ciudad, fijaba en la puerta una enorme antorcha. Mientras estuviera encendida, respetaba la vida a cada ciudadano que saliera de ella. Pero apagada la antorcha, los que se habían quedado dentro, tanto niños, mujeres y ancianos, eran traspasados con la espada por orden suya, considerados inconformes con su ocupación.

Fue en la adolescencia que el joven Fidel Castro descubrió sus semejanzas con Alejandro Magno. Ambos inquietos, de temperamentos impetuosos, incansables, aventureros, amantes de las armas y la guerra, ansiosos por realizar grandes proyectos, pero sobre todo, con ínfulas de poder absoluto, las cuales les acompañaron durante toda la vida.

Como el Gran Rey de Asia, pero en versión caricaturesca, Fidel Castro ha querido colocarse al nivel de los dioses y los héroes, ser recordado eternamente, ser venerado por muchos. Aunque viejo y enfermo, no ha descuidado sus medios de comunicación masiva, ni deja de soñar con expandir su imperio de ideas políticas a otros países; primeramente con las armas, y luego, empleando fórmulas como el envío de médicos, maestros, entrenadores deportivos y agentes de la Seguridad del Estado.

Ambos hombres prefirieron vivir entre guerras y revoluciones. Y si Macedonia le resultaba poco al asiático, con Birán, y con Cuba, le ocurrió lo mismo a Fidel, quien ha necesitado ser dueño de todo un país, y con soñar con serlo de otros, para sentirse realizado. Ni siquiera más de medio siglo de poder absoluto ha sido suficiente para saciar su delirio de grandeza.

Alejandro Magno obtuvo grandes riquezas. También el monarca cubano ha disfrutado una vida de lujos, mientras su pueblo sufre un atraso de más de medio siglo. Su gobierno ha sido dirigido por él mismo, siempre imposibilitado de dar solución a una gran cantidad de asuntos a través de una mediocre burocracia, en la que familiares y amigos han ejercido las funciones de justicia, mientras él prefería guerrerar con un mapa desde su buró, y encarcelar a quienes aún se niegan a postrarse ante él.

A la muerte de Alejandro Magno, fracasó su imperio. No pudo ver cómo sus seguidores y amigos dejaron que se fraccionara y extinguiera. Ni siquiera sus hijos participaron en la rebatiña del poder. Murió a los 33 años.

A esa misma edad, Fidel dio sus primeros pasos para juntar todo el poder en sus manos y crear su imperio. Gracias a que ha vivido 87 años, hoy puede verlo convertido sólo en eso: en un ideal, en una quimera vacía, pero sobre todo, ha podido ver cómo una gran parte del pueblo lucha por lograr aquel comercio floreciente que él destruyó con los pies y la cabeza.

Ciertos artistas cubanos que quieren halagarlo, hasta le han colocado en la cabeza la célebre causea o gorro macedónico que usaba Alejandro Magno en sus batallas. Si se repiten cada uno de los pasos de esta historia, con la muerte de Fidel Castro también morirá su imperio.




Consultorio médico de la familia: fracaso de la medicina cubana
Orlando Freire Santana

Falleció en su casa, de noche. Y como no había un facultativo en el barrio para emitir el certificado de defunción, la familia tuvo que dormir con el cadáver

El sistema de salud cubano tiene una estructura vertical, que tiene su base en los consultorios del médico de familia, al que siguen policlínicos y hospitales.
En los años 80 de XX, cuando fueron creados, se pensó resolverían todos los problemas de salud de la población.

Muy pronto, los pacientes perderían la fe en los consultorios. Y hoy, la faena del médico de familia ha quedado reducida a tomar la presión arterial, dar recetas de medicamentos, y remitir pacientes a policlínicos y hospitales.

Isabel es una señora de 80 años, que nunca visita el médico de familia del barrio.  Y no es que la anciana no necesite cuidados médicos, sino que prefiere acudir directamente a los hospitales porque posee amistades que la “conectan” con especialistas. Además –nos dice-- muchas veces el consultorio permanece cerrado y otras en lugar del médico está un estudiante que solo sirve para recetar aspirinas.

Ofelia, por su parte, no quiere que le recuerden al médico de familia. Resulta que su médico no vive en la vivienda anexa al consultorio. Se la ha dejado a su hija, su yerno y su nieto. Y aunque el médico acude a consultar por el día, está ausente en las noches y madrugadas. ¿Qué sucede si se presenta alguna emergencia médica?

El suegro de Ofelia falleció repentinamente en la casa, a eso de las siete u ocho de la noche. Y como no estaba el médico de familia para emitir el certificado de defunción, tuvieron que permanecer con el cadáver en la casa hasta el día siguiente, a media mañana.

Clara ha vivido mucho. Antes de la revolución –cuenta--, su familia era socia de la clínica privada “Acción Médica”, ubicada en Cocos y Rabí, en la barriada habanera de Santos Suárez. Por una cuota de dos pesos mensuales tenían acceso a todos los servicios de la clínica, con ingreso hospitalario incluido, además de los medicamentos que le hicieran falta. Incluso podían solicitar la visita médica a domicilio, la que no tardaba en llegar más de 15 ó 20 minutos después de ser solicitada. Ahora, en cambio, Clara se lamenta de que su médico de familia apenas “hace terreno”. O sea, no visita a enfermos en cama. “Bueno--- advierte Clara--- a no ser que les hagan regalitos”.

Clara desea desesperadamente que la seleccionen para cumplir una misión médica en cualquier otro país. No importa que el gobierno cubano se quede con la gran parte de lo que les pagan a los médicos afuera. Pero cualquier cosa será más que lo que ganan en Cuba, de 15 ó 20 dólares mensuales. La doctora Clara “resuelve” con lo que gana su esposo que, por las noches, cuidándose de la policía, alquila su automóvil, es botero ilegal.

Los pacientes no son los únicos inconformes con los consultorios del médico de familia. Una doctora que trabaja en un consultorio del Cerro -- pidió anonimato--, se muestra agobiada: “Cuando uno llega al consultorio, a los 15 días conoce a todos los viejos del barrio, vienen aquí todos los días, por gusto, a estirar las piernas, pues no tienen otro lugar a donde ir”.

  ¿Y qué opinan los estudiantes de medicina?  El otro día, varias jovencitas ataviadas con el uniforme de ciencias médicas, merendaban en el banco de un parque. Una de ellas destacaba la importancia de obtener altas notas desde el primer día de clases, para conformar un expediente que garantice una buena ubicación después de graduadas. “Sí, claro--- argumentó otra estudiante---, no vaya a ser que resbalemos, nos castiguen y nos manden para un consultorio del médico de familia”.







Antonio, el nadador:  no estoy loco, todavía
Frank Correa

LA HABANA, Cuba, septiembre, www.cubanet.org -La hazaña de la estadounidense Diana Nyad de cruzar a nado el estrecho de Florida, sin jaula de protección contra tiburones, reta al cubano Antonio Medina Castañeda, que por cincuenta y tantos años también persigue cruzar, las 110 millas, a nado.

Antonio posee el récord de más salidas ilegales fallidas, veinte, y se  ha comenzado a preparar,  “física y mentalmente”, en su casucha de la playa de Jaimanitas, con el fin de  escapar  de lo que él llama con insistencia “una  gran jaula de castigo en forma de isla”.

Antonio  reside a unos metros del mar. Se ha lanzado a cruzar el estrecho en todo tipo de artefacto: botes, balsas, tablas de corcho,  una armazón  de pomos plásticos vacíos  amarrados con nylon de pescar  dentro de sacos de yutes,  incautado  recientemente por la policía,  hasta  su famoso “submarino”,  fabricado con  tanques de aluminio  y un motor de lavadora, proyecto que fracasó por no hallar  la fórmula de  almacenar el oxígeno.

La norteamericana  le ha proporcionado una maravillosa idea  de cómo “espantar la mula”  (huir) sin necesidad de recursos. La construcción de corchos y balsas requieren de múltiples materiales: poliespuma, velas, madera, tornillos,  brújulas, GPS,  muy caros y difíciles de conseguir, que le han absorbido  el poco dinero que ha ganado como zapatero durante muchos años,  dinero perdido para siempre  en  naufragios.

Diana Nyad  me dio la respuesta. No necesito nada. Solo nadar… y nadar… --dice, feliz del gran hallazgo encontrado en la primera plana de El Nuevo Herald,  que me pidió encarecidamente  le regalara,  donde aparece una  foto de Diana Nyad arribando a Smathers Beach, en los cayos de la Florida, con  el titular “Nunca se rindió”,  y  añade  que él tampoco se rinde;  está  seguro que esta vez lo conseguirá,  en su intento vigesimoprimero.

Le explico que la hazaña de Diana no fue cosa sencilla. Necesitó  una flotilla de cinco barcos, con un equipo de 35 especialistas, un  traje isotérmico de neopreno, cremas especiales,  un dispositivo  que usó en la boca para protegerse del ataque de las medusas, médicos y nutricionistas que supervisaron su estado físico y su alimentación durante el trayecto.

Pero Antonio se ríe ante “todos los efectos especiales que usaron con Diana”.  Dice que la filiación adquirida con el estrecho de la Florida en tantos intentos malogrados,  es su pasaporte para llegar al otro lado. Su brújula será su instinto de  fugitivo que siempre le dará el norte. Va a  conversar  muy en serio  con los tiburones,  para explicarle por qué  huye de esta isla y  cree que podrá sensibilizarlos con su “causa”  y  lograr que protejan en la travesía.  La alimentación es lo que menos  le preocupa,  a veces pasa más de tres día sin comer nada,  no  precisamente por estar en el agua, ni a dieta.  Y el agua potable, menos; hace más de cincuenta años que bebe  agua mala por  la única tubería que le entra de la calle.

Antonio toma como un buen augurio que la Marina Hemingway, de donde salió la Nyad  rumbo a la gloria, le queda  solo a unos pasos de su casa. Y  dice que tal vez le pulverice  el récord establecido este lunes 3 de septiembre,  de 52 horas, 54 minutos y 1,6 segundos. “Cuando terminé de prepararme,  ¡lo que va a salir de Jaimanitas rumbo a Miami va a ser un torpedo!”.


NOTICIAS

Estorino vuelve al pequeño formato

A HABANA, Cuba, 11 de septiembre de 2013, Aleaga Pesant/ www.cubanet.org.- Se apaga la luz, y del final de la sala llega una mujer recitando en prosa el canto de la amante.  Su discurso, sostenido, comienza por encantar mientras desciende paso a paso hacia el proscenio.  La luz cenital y su caprichoso vestuario de monja medieval, se antoja movedizo e intranquilo.  El público, que llena el espacio, hipnotizado, asume pose de reflexión.
Medea sueña Corinto es otra de esas obras del dramaturgo y director Abelardo Estorino que no pierden actualidad.  Retomada en forma de monólogo por Milva Benítez Reinoso, está a cargo de Teatro del Puerto.
Estorino es reconocido como un relevante y prolífico exponente del panorama teatral cubano. Es merecedor de los Premios Nacionales de Literatura y Teatro, y autor de obras emblemáticas de la escena cubana, como Parece blanca y Vagos rumores.
La obra Medea sueña Corinto es todo un reto actoral.  Retoma el personaje y la historia de Medea, la hija de Eetes, rey de Cólquida, amante de Jasón y quien en rapto de celos mata a los hijos que tuvieron en común, en medio de la rebeldía por la traición de una sociedad al género femenino.
En el texto se aborda con peculiares perspectivas y sentido del humor temas  como la emigración, la fascinación  por lo extranjero, la disminución de la natalidad y el cambio del patrón de conducta de la mujer ante las actitudes que la sociedad asume hacia ellas. .
Llama la atención que uno de los ejes temáticos fundamentales de la obra está en la discusión sobre la natalidad y la maternidad, y coincidiera con el informe de la Oficina Nacional de Estadística sobre el problema que para Cuba representa la disminución de la población.  Según especialistas, las cifras se deben al deseo de las mujeres de procrear tras emigrar de la isla, a la destrucción del concepto de familia con las misiones internacionalistas y a las insatisfacciones económicas y sociales que promueven alejar lo más posible la fecha de construir un hogar.
La puesta de Teatro del Puerto, ambientada en un contexto atemporal y rico en analogías, con respecto al aquí y el ahora del espectador cubano.  Está respaldada por la música original del saxofonista y compositor César López, el diseño de vestuario de Vladimir Cuenca y el diseño gráfico de Idania del Río.  La pieza es producida a dos manos entre Teatro del Puerto y Mala Vista Producciones. La obra estará cartelera todo el mes de septiembre, de martes a jueves, a las 6 de la tarde, en la Sala Adolfo Llauradó, de la Casona de Línea.
aleagapesant@yahoo.es


Disidentes serán procesados por “Desorden Público” según fiscalía

SANTA CLARA, Cuba 11 de septiembre de 2013, Yoel Espinosa Medrano/ www.cubanet.org.- Los disidentes José Lino Asencio y Hanói Almeida se encuentran detenidos en Santa Clara, desde la pasada semana, en proceso de enjuiciamiento por el supuesto delito de Desorden Público.
Los miembros del Movimiento Balsero fueron detenidos al viajar hasta el municipio villaclareño de Camajuaní para participar en una actividad cívica, y los soltaron en la autopista nacional a decenas de kilómetros de sus domicilios, sin dinero para pagar algún ómnibus.
Los activistas de Derechos Humanos se acostaron en medio de vía y paralizaron el tráfico. De los  carros estacionados bajó un señor que se identificó como fiscal general de la república y pidió apoyo a la policía del territorio.
“Cuando ese señor se identificó le dije que él era esbirro, chivato y asesino que daba órdenes para matar a personas inocentes en Cuba”, dijo Hanói a este reportero que estuvo detenido por unas dos horas en el centro de instrucción penal en Santa Clara, donde también se encuentra Lino,  el pasado 10 de septiembre.
Según Hanói, un instructor le comunicó que la fiscalía le pide de uno a dos años de cárcel por Desorden Público.



OPINIÓN

La isla del mutilado Conan Doyle / Wichy García Fuentes

Televisión cubana y camisas de fuerza: los policíacos del MININT (I)
SONORA, México, septiembre de 2013, www.cubanet.org.- Qué tan diferente hubiera sido si Arthur Conan Doyle, al presentar su manuscrito de Estudio en escarlata a la editorial Ward, Lock & Co., hubiese escuchado de boca del editor, como condición para su publicación, que el envenenamiento de Drabber no debía ser resuelto por Holmes y Watson - unos cuentapropistas sin trayectoria política - sino por el inspector Lestrade, de Scotland Yard, alguien debidamente autorizado; que la herida de guerra con la que Watson comienza la historia debería ser más bien por un accidente doméstico, pues no conviene mencionar que el imperio británico estuvo involucrado en una guerra precedente; que la palabra escrita con sangre, clave de la historia, "rache", es un término alemán que además significa "castigo" y no, qué va, compañero, Alemania es una nación problemática, así que mejor sería usar "caresse", que en francés significa "caricia"; que Watson no debería ser médico, porque pudiera parecer
que los médicos ingleses no trabajan y que se pasan el día jugando a los detectives, y que, definitivamente, Sherlock Holmes no puede tocar el violín, porque parecería débil - vaya, homosexual, se entiende - mucho menos tener adicciones, porque eso sería dar un mal ejemplo a la juventud y al new man
británico.
Esas delirantes suposiciones, que nos llevarían sin remedio a la destrucción del clásico de Sir Arthur Conan Doyle tal y como hoy lo conocemos, han sido, por décadas, el pan nuestro de cada día en la realización de programas policíacos en la televisión cubana.
Mientras la literatura policial, narrada por escritores como Padura o el uruguayo aplatanado Daniel Chavarría, goza de mucha mayor libertad - más bien una especie de aceptación oficial, a tenor de la copiosas ediciones en el extranjero y la relativa cortedad de las tiradas internas -, la producción del policíaco en la televisión sigue reglas demasiado estrictas y mutiladoras como para permitir un florecimiento del género. Cada episodio de programa policíaco concebido dentro de la isla lleva, desde su génesis, el sambenito de la perenne censura, la vigilancia, el control y las adecuaciones de una institución que no tiene nada que ver con el arte audiovisual, a no ser como arma ideológica y propagandística: el Ministerio del Interior.
Un guión policíaco que involucre a las fuerzas policíacas actuales - y por ende, que proponga el uso de uniformes, armas, vehículos e instalaciones reglamentarias - no permanece mucho tiempo en manos de los asesores de la División de Programas Dramatizados, los encargados de producir series, telenovelas y telefilmes, y sobre quienes suele caer injustamente la culpa de cada pifia del género. La jurisdicción de dichos especialistas se limita a observaciones dramatúrgicas, a las propuestas, en tanto el visto bueno final debe ser dado por una serie de oficiales del MININT, encargados de velar por la imagen inmaculada de su institución y de sus miembros.
Y ni siquiera se trata de un comité unificado con reglas estrictas de censura. A menudo un guión "complicado" puede perderse en una madeja de figuras militares en las que unos aceptan que es viable determinada historia, pero que no se atreven a autorizarlo hasta tanto estar seguros de que sus inmediatos superiores, o sus no tan inmediatos superiores, estén de acuerdo con ellos. Para evitarse esos problemas con los molestos asesores de la televisión nacional, el ministerio optó por crear su propio mecanismo de producción sin contar con la anuencia del ICRT, aunque usando sus canales para transmitirlos: los Estudios Taíno - herederos espirituales del ECITV FAR (Estudios Cinematográficos y de Televisión de las FAR, aparecidos en 1978) -, donde ya el show policíaco viene enlatado con todos los ingredientes oficiales, y podado automáticamente desde su misma concepción.
CSI a la cubana
El fruto más conocido de esta producción maniquea, aburrida y pedante, lo ha sido sin lugar a dudas la serie Tras la huella, un engendro que, a la larga, deviene en archivo oficial medianamente dramatizado, en descripción documental de casos y no tanto en intriga policial elaborada con presupuestos dramáticos serios y caracterizaciones interesantes.
Aún así, no pocos guionistas, asesores y directivos de la sección dramatizada de la televisión han tratado, por años, de acomodar sus proyectos a los gustos y exigencias de la inquisición política. Conseguir una serie policíaca en donde los investigadores lucieran como seres humanos, con defectos y virtudes, donde los violadores de la ley no fuesen siempre vistos como villanos marginales y donde fuese posible contar historias independientemente de su conveniencia político-ideológica o la pertinencia en determinado "momento histórico", sigue siendo una labor de Sísifo para los profesionales del medio que sueñan con producir series tan entretenidas o consistentes como Law and Order o CSI, que sí se transmiten en la televisión abierta de la isla, presumiblemente porque, entre otras cosas, reflejan una realidad ajena en un mundo de corrupción y crimen que nada tiene que ver con nuestros "valores socialistas", o para aquellos que en otros tiempos disfrutaron de las licencias y
libertades creativas permitidas durante el mando del general José
Abrantes.
Mucha gente aún recuerda con regocijo la serie Su propia guerra (en el espacio Día y Noche), con un carismático Jorge Villazón como investigador principal y un joven Albertico Pujols metido en la piel y los huesos del controvertido Tavo, colaborador de la policía infiltrado en el hampa habanera.
Aquellos tiempos - los liberales ochentas - terminaron con la defenestración y muerte sospechosa del ministro Abrantes, y para comienzos del siglo XXI ni siquiera estaba permitido volver a transmitir aquellos viejos episodios en la programación habitual. Las estrategias del oficial que representaba Villazón, las libertades que se tomaba el seguroso con jeans y camisa negra de César Évora, o la pendencia barriotera entre el Tavo y el Puri, veinte años más tarde ya se habían vuelto demasiado subversivas y morbosas para los sustitutos de Abrantes, los nuevos inquisidores del ministerio. De hecho, la retransmisión de un sólo episodio de aquella inicial Día y Noche, en el aniversario XX de su aparición, tuvo que pasar por largas sesiones de debate antes de ser vuelta a ver, de manera excepcional, en los televisores cubanos.
En aquel episodio, el personaje de Villazón, oficial a cargo del equipo investigador, tenía una sutil aventura amorosa con una simpática mafiosa (Yolanda Ruiz), antes de que esta fuese descubierta. Aquello significaba un comportamiento demasiado disoluto para los dignos cuadros del MININT.
La aparición de Forense, dirigida por el ya fallecido Vicente González Castro, fue un intento de prescindir de la omnipresente y omnipotente "colaboración" del MININT, al descubrirse el milagro de que el departamento de Medicina Legal no se subordinaba a dicho Ministerio del Interior, sino al de Salud Pública (MINSAP). La producción tuvo entonces que confrontar una contradicción inevitable: no aparecerían policías ni patrullas, sólo los médicos forenses que analizaban y dictaminaban los casos. Si en la realidad no es posible un operativo que desligue a ambos departamentos, en la versión para la televisión - producida por la redacción de dramatizados prescindiendo de la aprobación de la policía - así tuvo que ser. No hubo más remedio que parchar la intervención policial con referencias verbales, con algún forense que "contaba" lo que habían dicho o hecho los uniformados. Ello mutiló también el producto, y el resultado nunca pudo emular con los CSI norteamericanos, en los
cuales luce tan normal y orgánica la colaboración entre forenses e investigadores de la
policía.
Una serie jamás realizada
A veces se usaba el recurso del policía vestido de civil, como en un personaje de telenovela que, luego de pasar muchos episodios trabajando de "amarillo" en una parada del camión y viviendo en un solar, resultaba ser un policía encubierto. A la hora de apresar al viejo criminal que encarnaba Mario Limonta, aparecieron unos tipos de paisanos, lo metieron en un Lada y listo, la siguiente escena ya era el interrogatorio en oficina con fotos de líderes revolucionarios y con el policía, ya destapado pero todavía de civil, sermoneando al delincuente apresado.
Uno de los tantos intentos frustrados fue una serie jamás realizada, Jaque Mate, en la que un investigador con antecedentes de alcoholismo, fanático del ajedrez, resolvía casos usando la lógica de su juego favorito. Como el hombre era propenso a no seguir las reglas, el proyecto de inmediato se estancó en alguna gaveta del Ministerio del Interior. No era posible un investigador humano, con defectos, como tampoco era posible reflejar aspectos de la criminalidad urbana sin una sentencia aleccionadora, sin un mensaje afianzado en la "moral socialista". Finalmente, la redacción no tuvo más remedio que transformar el episodio piloto y convertirlo en un telefilme, no sin antes situar la acción en Santiago de los Caballeros, República Dominicana. El telefilme Karma fue muy bien recibido por la audiencia en el verano del 2006, y reconocido por la crítica en Juventud Rebelde como un modelo a seguir para la producción policíaca nacional. Sin embargo, fue un hecho aislado que no
cristalizó, dado que no es factible pretender un desarrollo del policíaco propio situando siempre la acción en otro
país.
La fabulación a costa de Sir Arthur Conan Doyle, con la que comenzó este artículo, quizás fuese algo hiperbólica, dado que el escritor murió en 1930, siete años antes de que apareciera la televisión en el Reino Unido, pero no tan exagerada resultaría la posibilidad de que un guionista con talento para el policíaco, dotado con habilidades para la intriga detectivesca similares a las del maestro escocés, luego de presentar su proyecto en el sexto piso de la televisión cubana, acabase frustrado y escribiendo cualquier otra cosa menos problemática.
Hace unos pocos años, recibí por correo electrónico la invitación a participar de un curso que impartiría en cierta universidad hispana el guionista y productor David Black, reconocido por su trabajo en Law and Order, CSI Miami, Monk y otros policíacos norteamericanos. Pensaba entonces que, aún a pesar de la rigurosa selección para el curso y que, de las muchas solicitudes que se recibiría sólo se admitirían a veinte optantes, a ningún guionista de la televisión cubana le serviría para algo aquel caudal de conocimientos, de haber tenido oportunidad de cursarlo. El señor Black no habría podido ver en pantalla un solo episodio de sus famosas series, si para producirlas hubiese tenido que depender de un supuesto alto mando policial (supongamos, el NYPD), metiche y autoritario, decidiendo, sin apelación posible, la manera impoluta en que deben verse sus policías, investigadores y burócratas. En ese supuesto, la atractiva y ya universal oferta de series policíacas americanas
sería, sin duda alguna, tan aburrida y esquemática como la
nuestra.

-------------------------------------------------------------
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.
------------------------------------------------------------
"Sólo la opresión debe temer al pleno ejercicio de las libertades"
José Martí

No hay comentarios:

Publicar un comentario