martes, 11 de junio de 2013

Varios articulos de la Isla de Cuba, Importante...

El cumpleaños 80 de Rafael Alcides
Roberto Quiñones Haces

GUANTÁNAMO, Cuba, junio, www.cubanet.org -Este domingo nueve de junio se cumplieron ochenta años del nacimiento del poeta y narrador Rafael Alcides Pérez. Natural de Barrancas, Bayamo, antigua provincia de Oriente, Alcides cursó sus estudios primarios en Bayamo y el bachillerato en Holguín y en un colegio religioso de La Habana. Luego hizo estudios de Química Industrial  en la Escuela de Artes y Oficios de La Habana. Ha colaborado con numerosas revistas cubanas y ha dirigido y escrito programas para la radio.
A principios de la década de los años ochenta, Rafael Alcides era casi un desconocido para la mayoría de los lectores cubanos a pesar de ser uno de los más importantes poetas de la llamada ¨Generación de los 50¨ ,  de haber publicado poemarios  como “Himnos de montaña”, en 1961; “Gitana”, en 1962; “La pata de palo”, en 1967, y haber obtenido  mención en el concurso Casa de  las Américas con su novela “Contracastro” en 1965. Pero  en 1983 apareció su poemario  “Agradecido  como un perro”,  libro que estremeció a quienes entonces nos iniciábamos en el mundo de las letras. No exagero al afirmar que muy pocos libros de poesía, desde 1959 hasta ahora, han provocado tanto revuelo y admiración como ése. No se equivocó quien  bajo una foto de Alcides, en la contraportada del libro, consignó una nota donde afirmaba que “Agradecido como un perro”  no iba a quedar olvidado.
Así fue y no podía ser de otra forma cuando en medio de tanta poesía  mediocre  aparecía un poeta que aun conociendo muy bien las reglas del juego se las arreglaba para entregarnos unos versos irreverentes, como los que conforman su extraordinario poema “Discurso al pie de tu dedo gordo”;  sumamente ingeniosos como los de “La doble imagen”, o profundísimos como los de “Carné de Identidad”. La habilidosa sugerencia de su estilo, su verdad expuesta sin ambages, pero sobre todo la limpieza y frescura que enhebraban con  elegancia todo el poemario convirtieron a Rafael Alcides en un poeta imprescindible, en un verdadero ídolo para aquella generación de jóvenes poetas que aun desconocía que lo principal en la poesía-y en la vida- es no traicionarnos nunca. En 1988 Alcides publicó “Y se mueren, y vuelven, y se mueren”; en 1989 “Noche en el recuerdo” y en 1993 “Nadie”, sus últimos libros de poesía publicados en Cuba según la información que poseo.
Lo conocí  a finales de los años ochenta, en un encuentro nacional de talleres literarios realizado en el hotel de Pinar del Río donde él fue como jurado de poesía. Nunca olvidaré que durante uno de los recesos Alcides le preguntó a un joven procedente de Barrancas sobre un río de ese lugar. El joven le respondió que habían hecho una cochiquera cerca del río y que los lugareños habían presentado múltiples quejas ante varias instancias pero que se había determinado dejar ahí la cochiquera. Yo, que escuchaba la conversación, dejé escapar mecánicamente la frase “ganaron los cerdos”. Alcides me miró con amargura y asintiendo dijo: “Es verdad, ganaron los cerdos”. Ese intercambio dio pie a que estableciéramos una conversación en la cual seguramente lo agobié con mis preocupaciones de principiante.
En el año 2005 tuve  la suerte de que un sacerdote  claretiano español que trabajaba en la diócesis de Guantánamo me regalara varios ejemplares de la revista “Encuentro de la Cultura Cubana”. Uno de ellos, el número 36, comenzaba con un homenaje a Rafael Alcides. Allí fue publicado ese extraordinario poema suyo titulado “Poema de amor por un joven distante”. Gracias a la magnífica entrevista que entonces le realizó Efraín Rodríguez Santana supe que Alcides mantenía inéditas varias novelas y conocí los sinsabores que  tuvo que sufrir debido al título y algunos pasajes de su novela “Contracastro”  así como lo ocurrido con su novela “El tesoro de los muertos”, desaparecida de la misma UNEAC cuando ya Darío Mora había realizado la portada.
Nunca más, después de aquellos lejanos días de finales de la década de los ochenta he vuelto a ver a Rafael Alcides Pérez, aunque visito constantemente sus poemas, me arropo y amplío con ellos. Al escribir estas líneas me pregunto cuántos de esos escritores a los que dedicó sus textos continuarán visitándolo o llamándolo para compartir siquiera una breve conversación y cuántos de ellos lo felicitarán el día de su cumpleaños (según www.ecured.cu, nació el 9 de junio de 1933). Desconozco dónde está, pues desde hace bastante tiempo nada se ha publicado ni se dice de él en los medios culturales cubanos.  Si alguien que lo conozca lee estas palabras que le dedica un desconocido, por favor, que  le dé un abrazo en nombre de quienes también creemos que la poesía y la actitud ética de un poeta resultan inseparables, precisamente como Rafael Alcides nos ha enseñado.




Negligencia criminal
Alberto Méndez Castelló

PUERTO PADRE, Cuba, junio, www.cubanet.org - La muerte de una niña de ocho años de edad, ocurrida en Puerto Padre, el pasado día primero de mayo, quizás sea causa de negligencia criminal, por el deficiente sistema de recogida de basura de esta ciudad. Contra todas las reglas, y con la connivencia de las autoridades, los desechos estaban siendo vertidos en lugares poblados.
Aunque aún no existe un informe forense, pues, según dijeron a la madre, la investigación de anatomía patológica no ha concluido, fuentes fidedignas aseguraron a este corresponsal que la muerte de la niña se produjo por una estafilococia pulmonar.
Como se sabe, los estafilococos son microbios redondeados, en forma de racimos, que, entre otras epidemias, producen el ántrax o carbunco, enfermedad contagiosa común en el hombre y en los animales, que a veces ocasiona la muerte, por infección generalizada de la sangre.
Cuando en el campo muere un animal, por carbunco, es prescripción veterinaria indeclinable incinerar los restos en un lugar alejado de la granja, eliminando toda fuente o agente de contaminación. La mosca carbuncosa resulta un peligroso trasmisor de la enfermedad.
En el anexo de la Resolución conjunta 2/96, del Ministerio de Salud Pública con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, aparece el listado de las enfermedades profesionales previstas. En el inciso 27 aparece el carbunco o ántrax como enfermedad profesional. Textualmente expresa: “El riesgo de contraer esta enfermedad está presente en los trabajos u ocupaciones donde se manipulen despojos de animales y en la carga, descarga y transporte de los mismos, así como todo trabajo y ocupación que se exponga a estas condiciones.”
Resulta entonces comprensible el riesgo que corría la fallecida y sus vecinos, teniendo un vertedero a las puertas de sus casas. Además, por carecer de medios de trabajo idóneos, todos los carretoneros que manipulan la basura de esta ciudad también corren peligro de contraer carbunco o ántrax.
Paradójicamente, no fue este riesgo, sino el exceso de sus áreas de recorrido, lo que llevó a los carretoneros a negarse a continuar trabajando. Durante muchos días, los sacos de inmundicias se acumularon en las calles, frente a las casas, multiplicando los peligros de contagio.
Tras el fallecimiento de la niña, que cursaba el tercer grado en la escuela primaria Josefa Agüero, las autoridades sanitarias decidieron clausurar el basurero, situado en el barrio donde en otro tiempo estuvo instalada la Sociedad Patriótica Militar, por lo que el lugar es conocido por las siglas de esa institución, SEPMI.
¿Es correcta la decisión de eliminar el vertedero de la SEPMI? Por supuesto que sí, pues miles de personas estaban en peligro de contraer enfermedades. Pero… ¿qué decir del basurero en que se ha convertido toda la ciudad de Puerto Padre?
Junto al Mercado Agropecuario, donde acuden las más encumbradas autoridades gubernamentales y políticas del municipio y de la provincia, para comprobar el abasto de alimentos del campo a la ciudad, crece un gran basurero. No resultaría raro encontrar vestigios de carbunco en las entrañas de los animales que se arrojan allí, a las puertas del fondo del mercado. Pero hacia este lugar no dirigen sus miradas las autoridades.
Desde esta página, a fines de agosto del pasado año, publicamos un artículo titulado Ciudades-Establos, con el que alertamos: “Es verdad: existe indolencia ciudadana y proliferan los basureros en plena calle a las puertas de las casas. Pero también es cierto: el gobierno mantiene un deficiente sistema de recogida de basura y ejercita un pésimo control sobre tan importante tarea.”
En vez de atender nuestra alerta, días después, el 12 de septiembre, me metieron preso. Durante dos días, me mantuvieron en un calabozo para advertirme que si continuaba con denuncias periodísticas, me esperaban largos años de cárcel.
Ahora murió una niña de ocho años. Quizás no fue víctima del carbunco. Bien pudo morir de cualquier otra enfermedad infecciosa propia de las ciudades-establos. De cualquier forma, concluyo este artículo con las mismas palabras que el anterior, no caben otras: “Raro sería que los arquitectos de las ciudades-establos admitan que en ellas las gentes contraen epidemias. Sabido es que aún no se ha descubierto una vacuna contra la hipocresía.” .




Anciano gay recuerda el pasado
Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Conversar con Esteban, sentados a la sombra de un inmenso árbol de mamoncillo, es una de las cosas más interesantes que me ha ocurrido últimamente. Dos horas junto a este viejo gay fue como retroceder en el tiempo, contemplar la capital cubana de los años cincuenta bien de cerca, como si la idílica ciudad de nuestra juventud no hubiera comenzado a desaparecer en enero de 1959, con la Revolución Cubana.
De joven vivió -por eso todo lo recuerda- en Ronda, una calle con  poco más de dos cuadras, que bordea un costado y el frente de la Universidad de La Habana. Fue allí donde comenzó, en 1952, la oposición al dictador Fulgencio Batista.
“Yo soy homosexual desde los 17 años. Como hijo único, y en esa época, mis padres se resistieron a la idea. Hasta me llevaron a un psiquiatra que me comprendió y les dijo que así me tenían que tolerar. Entonces todo fue de maravilla. Terminé el bachillerato y cuando iba a ingresar a la Universidad, Batista la cerró.
“La Universidad era un antro de gánsteres, armados hasta los dientes. Mi padre tuvo miedo. Presencié las primeras manifestaciones que salían de la Universidad, a escasos metros de mi casa y recorrían un buen tramo de la calle San Lázaro. Vi cómo numerosos estudiantes, entre los primeros Luis Blanca, José Antonio Echevarría y otros, en defensa de la Constitución, comenzaron tirándole piedras a la policía que protegía la tranquilidad ciudadana. Luego lo hicieron con balas. Así comenzó la insurrección. A la violencia estudiantil, la policía respondió con más violencia. Mientras, el pueblo vivía indiferente a los líos políticos estudiantiles. Tanto fue así que la huelga general que ordenó Fidel Castro desde la Sierra Maestra para abril de 1958 fracasó. El pueblo no cooperó en nada.
“Aunque había una dictadura, el pueblo gozaba de libertad. Nadie se metía ni con las putas. La policía, eso sí, perseguía y mataba a los revolucionarios terroristas que ponían bombas, que hacían atentados y secuestros, que rompían tuberías de agua, afectaban la electricidad, echaban tachuelas en las carreteras y quemaban cañaverales. Solo a esos.
“Hoy leo la campaña de Mariela Castro a favor de los gays y esto me produce risa. Nosotros nunca tuvimos problema alguno. Ni de reojo nos miraba mal la gente. Ser homosexual en aquellos tiempos era la cosa más natural del mundo. Teníamos un montón de clubes en el Vedado sólo para homosexuales, con artistas travestis que ganaban un buen dinero y donde podían bailar libremente hombres con hombres y mujeres con mujeres. En cualquier posada podíamos pasar más de una noche y también en cualquier hotel alquilábamos una elegante habitación el tiempo que quisiéramos. No había restricciones de ningún tipo, ni aversión contra nosotros por parte de la sociedad.
“La  homofobia fue un invento de la Revolución Socialista, fue el gobierno comunista quien la impuso, sobre todo en los primeros meses de 1964, cuando se crearon las Unidades Militares de Ayuda a la Producción –UMAP-, campos de trabajo forzado a donde se remetieron a los homosexuales, religiosos,  principalmente Testigos de Jehová y desafectos políticos. Allí estuvieron Pablito Milanés, el cardenal Jaime Ortega, el inolvidable seminarista Troacio Hernández y numerosos jóvenes, narradores y poetas.
“Cambiar la historia es algo que le gusta mucho al  gobierno cubano: describir el pasado como lo peor, para justificar el asalto al Cuartel  Moncada y la lucha armada de las montañas. Pero hay una realidad que no puede negarse y que no debemos de olvidar quienes vivimos ese pasado: menos para el terrorismo de los revolucionarios, miembros del Movimiento 26 de Julio y del Directorio 13 de Marzo, en Cuba, con Batista, había libertad, una libertad que hoy recordamos y valoramos todos los viejos sinceros como yo.¨ .


A dormir al parque
Augusto Cesar San Martín

LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -La esquina de Infanta y Salud del municipio Plaza, vuelve a ser noticia.  En el  lugar que conmocionara al país en el 2012 por los derrumbes que cobraron vidas humanas, se construirán parques públicos.
Ante la expectativa de los vecinos que alegan no haber sido consultados, comenzaron los movimientos de tierra en el “espacio de los cuatro” (en alusión a los fallecidos), nombre con el que se conoce el lugar.
José Juan Paz, dueño de una Biblioteca Esotérica Digital ubicada en el edificio aledaño al derrumbe, comentó que los vecinos nombraron el futuro parque como el de los Mártires Travestis. En alegoría  al Parque de los Mártires, cercano al lugar, porque “después de las diez de la  noche, los travestis se  meten en las ruinas del derrumbe a realizar sus actividades sexuales¨.
Otros residentes  de la zona expresaron su desacuerdo con la construcción del parque. Consideran que deben levantar nuevas viviendas que auxilien a los vecinos de la zona cuyas casas están declaradas inhabitables.
Una funcionaria no identificada del Departamento Urbanístico de  la Dirección de Planificación Física,  provincial, ofreció una explicación al respecto.
“La idea de los parques se concibe para preservar que las áreas se conviertan en vertederos¨.
Según la funcionaria, ambas parcelas están destinas a la construcción de edificios de viviendas. Señaló que “en una de las dos áreas (esquina a Zapata) se autorizó la ejecución de viviendas que se llevarán a cabo cuando existan recursos”.
Las normas de planificación urbanística establecen que los espacios dejados por los derrumbes son zonas llamadas de “relleno o completamiento de la ciudad”, por lo que su destino debe ser la construcción de viviendas.
Según el arquitecto Vladimir Calderón, las nuevas construcciones que se lleven a cabo en el lugar, deben velar por las afectaciones que presentan las construcciones aledañas. El edificio ubicado en la avenida Infanta, entre Jesús Peregrino y Salud, sufrió sacudidas que resintieron la estructura.
Madeleine Mesa Betancourt, madre de Sheila, una de las jóvenes fallecidas en el derrumbe, consideró el proyecto previsible. Confiesa que nunca más miró hacia esa esquina. Si pasa en un auto cerca de las ruinas, voltea el rostro o rodea el lugar cuando camina en esa dirección. “Cada vez que paso por ahí, revivo lo mismo. Me da igual  lo que hagan en ese lugar, nada va a revivir a mi hija”, declaró.
Las autoridades del gobierno aseguraron que la trasladarían a una vivienda fuera de la zona, pero la promesa se extiende por meses. Señaló que el proceso judicial por homicidio y negligencia contra los funcionarios responsables del derrumbe confirma años de corrupción. Algo que para ella se repite en la espera del apuntalamiento de su vivienda, por peligro de derrumbe.
“En otro país me hubieran indemnizado de por vida; en este me están torturando en vida”, dijo.
Ileana, una vecina del lugar que reclama al gobierno por el mal estado de su edificación señaló:
“Ahora mismo vengo del Consejo de Estado y la funcionaria que me atendió me dijo que tristemente no tenían solución”. Ileana considera que  la construcción del parque es una falta de respeto al pueblo. Según su criterio, “ellos lo que tienen que hacer es que construir edificios …¨.



Sin novedad en el frente
Alejandro Tur Valladares

CIENFUEGOS, Cuba, junio, www.cubanet.org -Tras la alharaca de los medios oficiales de información anunciando las nuevas disposiciones para el uso público de Internet en Cuba, las brumas de las expectativas se van disipando, en tanto permiten apreciar el verdadero alcance de los cambios implementados y cuánto hay de mito o de realidad.
Dispuesto a conocer de primera mano las nuevas opciones y de comprobar si realmente satisfacen o no las expectativas, es decir, si se cumplen los requerimientos o facilidades de conectividad de la que tanto han hablado los funcionarios del Ministerio de Comunicaciones, me llegué hasta el boulevard cienfueguero, lugar donde radican los dos telepuntos de ETECSA que dan este servicio.
Adelanté mi visita al telepunto que radica frente al emblemático Hotel Unión. Allí acondicionaron un local donde hay instaladas 5 computadoras. Dos operarios me recibieron, atentos, tratando de venderme las presuntas bondades del nuevo servicio. Me entregaron un plegable y me animaron para que abriese una cuenta. Entre las presumibles generosidades que me comentaron se encuentran una velocidad de conectividad de hasta 2 Mb/s, y el acceso sin censura al sitio de nuestra preferencia.
Tras verificar que sólo dos máquinas estaban operando, ocupadas por extranjeros, decidí dirigirme al segundo sitio de interés, el telepunto que se ubica en la primera cuadra del ya citado paseo cienfueguero. Con 10 máquinas disponibles y un espacio físico superior, la ausencia de internautas se hacía más notoria. La joven que me atendió me puso al tanto acerca de los servicios que ofertaban, las tarifas y los derechos y deberes del cliente. Pagué 4.50 CUC, entonces me entregó una suerte de contrato cuya lectura fue fluida hasta el momento en que posé la vista sobre el punto 6, del artículo 3, titulado: Obligaciones del usuario.
Reproduzco textualmente este punto 6: “No usar el servicio para realizar acciones que puedan considerarse por ETECSA, o por las autoridades administrativas y judiciales competentes, como dañinas o perjudiciales para la seguridad pública, la integridad, la economía, la independencia y la soberanía nacional. Actuar con total respeto a la legislación vigente”.
Quienes dentro de Cuba pensamos, opinamos y escribimos libremente, sabemos que tal acápite no es más que una espada de Damocles oscilando sobre nuestras cabezas. Basta con emitir algún criterio que los censores puedan considerar políticamente incorrecto, para que se cierre el contrato y el internauta amonestado sea apeado de ese vehículo nombrado Nauta. Entonces, para comunicarse a distancia, tendrá que hacerlo por medio de señales de humo.
Ya frente a la máquina, recordé que tenía un plan, verificar si lo de la política de transparencia informática era real o pura viruta propagandística. La primera dirección que coloqué en el navegador fue la de Cubanet, un sitio que el gobierno ha mantenido bloqueado durante décadas. Por un instante, la pequeña esfera del navegador giró esperanzadoramente. Diez segundos después, un letrero negro sobre un fondo blanco, pedía disculpas por no sé qué error técnico que impedía acceder al sitio solicitado.
Lo mismo me sucedió cuando intenté acceder a martinoticias. Debo confesar que el resultado de la gestión no me sorprendió, lo esperaba. Como también esperaba verificar el control que a hurtadillas ejercen los insomnes vigilantes informáticos presentes en la sala. Apenas cinco minutos después de intentar el frustrado viaje al universo Cubanet, dos señores desconocidos, con pinta de segurosos, se acercaron a mi mesa y, tras pronunciar mi nombre y mostrar la más irónica de las sonrisas, me preguntaron qué tal me iba con la conexión.
Luego de andar erráticamente por todo el lugar, aquellos dos hombres se marcharon, pero tras ellos llegó una señora que dijo ser periodista del diario Juventud Rebelde y que, casualmente, se interesó por tirarme una foto frente a la máquina y entrevistarme. “¿Qué tal la conexión? ¿Satisfecho?”, preguntó.  Mi respuesta fue concisa: “Es un paso de avance en la dirección correcta, aunque no puedo dejar de plasmar mi insatisfacción. Me gustaría ver terminada de una vez y por siempre la política de censura que aún perdura. Sitios como Cubanet y martinoticias siguen sin poder ser visitados por cubanos como yo, pues el régimen los mantiene bloqueados. Aparte de la modesta disminución de los precios y la mejora en la velocidad de conexión, el resto continúa sin novedad en el frente”.
-------------------------------------------------------------
CubaNet no reclama exclusividad de sus colaboradores, y autoriza la reproducción de este material, siempre que se le reconozca como fuente.
------------------------------------------------------------
"Sólo la opresión debe temer al pleno ejercicio de las libertades"
José Martí

No hay comentarios:

Publicar un comentario