jueves, 24 de abril de 2014

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El “aparato” controla el arrebato

Para drogarse sin ser molestado por la policía: métase a informante
jueves, abril 17, 2014 | Armando López
cuba drogas interiorLA HABANA, Cuba –En la recta final de la década de los ochenta, del pasado siglo, una racha de asaltos a farmacias estremeció La Habana. En casi todas se repetía el mismo patrón, robaban mayormente psicotrópicos como el Parkisonil o antidepresivos como el Metilfenidato y la Desedrina.
En octubre de 1990, la denominada “Operación Maceta”, puso en prisión a muchos de los que participaban en las redes de distribución de drogas. Una situación parecida se repitió en el 2002, cuando la llamada “Operación Coraza Popular” sirvió como pantalla para una escalada represiva de envergadura, más allá de la droga.
El testimonio lo ofreció a este reportero un ex–preso por tenencia y distribución de drogas: “Te dicen que frente a la ley todos somos iguales, pero en la vida real hay un nivel donde unos son más iguales que otros. Durante los juicios de 1990, yo y otros que estábamos esperando sentencia por la misma causa, nos dimos cuenta de cómo los “padrinos” se movían. No era lo mismo ser hijito de papa que hijo de vecino. A más de uno vimos como lo retiraban de la celda, supuestamente para trasladarlo, y luego nos enteramos que se lo ponían en las manos al padre, con pasaporte, pasaje de avión y listo para sacarlo del país”.
La Operación Maceta fue el epílogo de la Causa No 1, de 1989. En esos momentos estaba en su apogeo la Operación Alejandro, que consistió, entre otras cosas, en el reordenamiento del MINFAR. En ese proceso, la CIM (Contrainteligencia de las Fuerzas Armadas) reemplazó a buena parte de los oficiales promovidos a cargos de importancia Ministerio del Interior, durante el periodo 1979-1989.
“Las recogidas de octubre de 1990, y de marzo de 2002, fueron parte de encontronazos entre fuerzas en pugna “allá arriba”. La orden del gobierno fue limpiar el terreno y la imagen. Los del aparato desactivaron las redes de distribución, incluyendo a sus infiltrados”, asegura mi fuente. Y añade además:
“Luego dejaron enfriar la escena y colocaron gente suya, bien escogida y entrenada, para orientar la venta y consumo hacia el sector de más poder adquisitivo y los artistas de ‘alto octanaje’. Rediseñaron el mercado interno de las drogas, más controlado, como un gueto de consumo y supuesta impunidad. Así han logrado tener cogidos por los huevos a grandes personajes de la farándula. Algunos se huelen lo que hay, y de todas maneras siguen comprando. Otros se involucran como informantes, a cambio de poder usar lo suyo tranquilos y sin ser molestados”.
En 2003, fueron reforzadas las condenas por las causas de tenencia, tráfico y venta de drogas. Diez años después, el aumento o disminución de la circulación de estas sustancias en las calles parece obedecer a una estrategia de control y manipulación de masas. Quienes emplean su dinero en querer alucinar deben saber que “el aparato” controla el arrebato.



Una sopa de ginseng

Los chinos ni olvidan ni perdonan. Desde que Fidel Castro se peleó con Mao no se vieron más paraguas en las tiendas, carreteles de hilo, agujas para coser, ni muebles tallados
jueves, abril 17, 2014 | Tania Díaz Castro
Mao Zedong_foto de archivo
Mao Zedong_foto de archivo
LA HABANA, Cuba.- Si en algo Fidel Castro es consecuente, es con Mao Zedong. Desde el principio de su revolución, el dictador caribeño miró de reojo al viejo colega asiático. Han transcurrido 55 años de dictadura cubana y en Cuba la figura de Mao permanece olvidada.
A Mao no le gustó que Cuba estableciera relaciones con Checoslovaquia y la URSS mucho antes de hacerlo con su República Popular China, reconocida al fin por Fidel el 24 de septiembre de 1960; tampoco que el agente soviético Aleksandr I. Alexeiev, bajo la cobertura de corresponsal de la agencia de noticias TASS, llegara primero a La Habana, en diciembre de 1959 y no los chinos, agrupados en el famoso centro de espionaje de Beijing, Servicio de Inteligencia de la RPCH, conocida por sus siglas en español SIC.
No le gustó a Mao que, en 1963, Fidel Castro permaneciera dos meses en Moscú y no hiciera un honorable salto a Beijín.
Lo que ocurría entre Mao y Fidel no se comprendía. Se trataba de dos líderes que abrazaban la misma ideología, que reprimían con mano cruel a los disidentes y opositores, que guardaban en las cárceles a miles de presos políticos y que habían mandado a fusilar a cientos de sus enemigos. Hasta octubre de 1960, ya se habían fusilado en Cuba mil 330 anticastristas. Aún así, Mao seguía mirando de reojo a Fidel Castro.
En plena vigencia de la Revolución Cultural China, cuyo comienzo fue en 1966 y su final y fracaso al cabo de diez años, con la muerte de Mao, Fidel Castro condena, en clara alusión a China, el sectarismo y el faccionalismo del comunismo internacional.
En marzo de 1965, la enemistad entre estos dos hombres se hace más notable y en una reunión de partidos marxistas en Moscú, encabezada por Raúl Castro, Mao no asiste y condena dicha reunión. Cuatro días después, Fidel Castro ataca de manera más agresiva la línea política de china; ordena recoger todas las obras de Mao Zedong de las bibliotecas y librerías y prohíbe la entrada de las publicaciones periódicas y culturales provenientes de ese país.
El 2 de enero de 1966, Fidel acusa al gobierno chino de injerencia en los asuntos internos de Cuba, de defraudar la buena fe de los cubanos y critica duramente que no haya cumplido con el envío de arroz a la isla, debido a la posición pro soviética del régimen castrista. A partir de ese momento se agravan aún más las tensiones y ninguno de los dos gobiernos en pugna hace nada por limar asperezas.
Estampa de la Revolución_foto tomada de inrternet
Estampa de la Revolución_foto tomada de inrternet
Entre espías
En un discurso del 13 de marzo de ese mismo año 1966, Fidel Castro acusa a Mao Zedong de ¨monarca absoluto, de fascista y viejo senil¨. Fue el final de unas relaciones escabrosas y difíciles para esto dos “monarcas absolutos”.
Se supo entre los periodistas oficialistas de aquellos años, que el famoso traductor chino Xu Yilín tomó un avión como bola por tronera, asustado al escuchar cómo Fidel ofendía tanto a su amado líder. (Yilín se había pasado siete años en La Habana, según él ¨los mejores años de su vida¨, traduciendo las obras de Mao al español por orden de Fidel, con una buena paga en divisas).
Otra anécdota de aquellos momentos fue el encarcelamiento del conocidísimo profesor habanero de chino y japonés Carlos Carrero -varios años después exiliado en Miami y fallecido allí-, acusado injustamente de espiar a favor de Mao, sólo porque impartía clases de español a los hijos de los diplomáticos chinos.
Si alguien había salido perdiendo en el conflicto Fidel-Mao fueron los cubanos, que gozaban de un crédito concedido por China, consistente en 70 millones de dólares, más la compra de un millón de toneladas de azúcar. Desde que Fidel Castro se peleara con Mao no se vieron más sombrillas para la lluvia en las tiendas, ni carreteles de hilo y agujas para coser, muebles tallados en tiendas especializadas.
A partir de 1966, hasta 1984, los chinos y Fidel se pelearon a muerte y como consecuencia, el pueblo ha sido la víctima, al verse obligados a adquirir a precios excesivos productos electrodomésticos obsoletos de China, rotos al poco tiempo de uso. De esta forma, es el cubano de a pie quien está pagando los platos rotos de aquellas broncas, porque los chinos ni olvidan, ni perdonan.
Ginseng, ingredientes para sopa_internet
Ginseng, ingredientes para sopa_internet
Quienes todavía se preguntan qué ocurría en el fondo, nunca llegaron a saber que los espías más adiestrados del gobierno chino pusieron zancadillas a la penetración castrista en África, y jamás accedieron a colaborar con Fidel Castro. Todo lo contrario: China criticó siempre la presencia cubana en ese continente africano.
Luego vinieron cosas peores que alteraron el sueño de Fidel Castro: El ¨Sueño Chino¨ da un giro hacia el capitalismo a través de sus reformas de libre mercado y China comienza a crecer. Hoy hay miles de empresarios chinos millonarios, Beijing se parece cada vez más a Nueva York; tiene el centro comercial más grande del mundo y restaurantes que ofrecen en Nochevieja un plato de sopa de gallina, con raíz de ginseng con cientos de años de antigüedad, por sólo 30 mil dólares.
Seguramente, a nuestro ex dictador –si es que aún se entera del algo- no debe haberle gustado que, hace apenas dos meses, Xi Jinping y John Kerry acordaran actualizar las relaciones entre China y Estados Unidos, fortalecer e impulsar más el desarrollo
de los lazos bilaterales, a través de la confianza mutua y la cooperación de ambas naciones. Definitivamente, como dijera Carlos Alberto Montaner: ¨El comunismo es el modo más largo para llegar del capitalismo al capitalismo¨.
Las bicicletas chinas llegaron a Cuba, pero no el arraigo de grandes cargas de mercancía como ésta_internet
Las bicicletas chinas llegaron a Cuba, pero no el arraigo de grandes cargas de mercancía como ésta_internet

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