martes, 17 de julio de 2012

Fallecimiento del activista del consejo de relatores Sergio Díaz Larrastegui

La Habana,  9 de julio de 2012

Falleció el activista del Consejo de Relatores Sergio Díaz Larrastegui, el pasado 19 de abril de 2012, en el Hospital Julio Trigo de Arroyo Naranjo en la Habana.

Murió en las sombras, en poder de la Seguridad del Estado.

Sergio era ciego físico, de piel negra, medía 1 m, 80 cm y tenía 54 años de edad.

No se le conocía ninguna enfermedad que comprometiera su vida o la llevara al riesgo de muerte, hasta hace solo 4 semanas, cuando, desoyendo nuestras advertencias de que lo iban a asesinar, ingresó 10 días en el Hospital Julio Trigo y bajo el control de la Policía Política se le diagnosticó una Cirrosis Hepática del tipo descompensada, momento en que se le dio el alta y lo enviaron para su casa sin ningún tratamiento médico. Esto nos obligó a sus amigos a llevarlo al mencionado hospital nuevamente donde le indicaron algunas medicinas, que no le pudieron ser suministradas, pues al iniciar el tratamiento falleció.

Díaz Larrastegui había sido amenazado de represalias en muchas ocasiones por el Gobierno por mantener nuestro centro de derechos humanos en su casa. Eso y  el negarse a trabajar con la Seguridad del Estado, quien le exigía colocar micrófonos y cámaras dentro de su casa y que les informara de toda persona que nos visitara, le costó que lo botaran de su centro de trabajo en copextel donde ganaba cerca de mil pesos cada mes y que lo mantuvieran bajo el terrorismo de estado. La instalación médica permaneció todo el tiempo tomada por los oficiales de la Policía Política, al punto que la ascensorista nos preguntó, ¿qué hacen toda esa gente ahí? Señalando a una improvisada oficina en la entrada misma de la sala Quinto A, donde permanecían varios oficiales y desde donde los militares rectoreaban toda su actividad. La muerte de Sergio implica la destrucción total de la sede de nuestro Consejo y el golpe más  demoledor en  nuestros  5 años de monitoreo en la capital cubana.

El supuesto médico que nos informó el fallecimiento estaba muy nervioso al punto de que no podía ocultar su nerviosismo. Al preguntarle ¿de qué murió? Respondió: No sé, mira le vamos a poner que falleció de una insuficiencia hepática y después que le hagamos la necro sabremos. No puede dejar de anotarse que Sergio había tenido una recuperación casi total en los 3 o 4 últimos días y que se mantuvo toda una noche conversando coherentemente con enfermeros y una amiga a la cual le permitieron acompañarlo 2 días antes del crimen. Además su dinámica, incluyendo su presión arterial funcionaban de manera perfecta, todo el tiempo en 110 con 80. Y sus riñones y digestión cuando fue ingresado también funcionaban de manera aceptable.

Exigimos al Gobierno Cubano una explicación detallada y por escrito de las causas eficientes y condiciones que ocasionaron la muerte de nuestro entrañable hermano de lucha, el señor Sergio Díaz Larrastegui.

Ahora esperemos que la próxima sentencia de asesinato recaiga sobre la periodista independiente Tania Maceda Guerra, Juan Carlos González Leiva o la anciana Petra Serafina Díaz Castillo, quien nos acogió en su vivienda; pues somos los principales sostenedores y promotores de todo el trabajo del CRDHC.

Este invidente, Master en lengua inglesa, periodista independiente, y acreedor de otros títulos en idioma japonés, español y francés, entra a engrosar la larga lista de asesinados por el Gobierno cubano u opositores y descontentos muertos en condiciones tenebrosas o bajo fundadas sospechas de crimen político, al igual que los bien conocidos casos de: la líder de las damas de blanco Laura Pollán Toledo, Orlando Zapata Tamayo, Juan Wilfredo Soto García, Bienvenido Perdigón Pacheco y Wilman Villar Mendoza

Sergio Díaz Larrastegui por defender los derechos humanos se resistió a la tiranía de los Castros  y padeció el martirio como una víctima más de la represión política, por eso toda cuba debe recordarlo siempre como a uno de sus héroes y mártires.

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